Qué bello es morir
ANTONIO PARRA SANZ|Murcia
QUE BELLO ES MORIR – Reseña
Amarante
Salamanca 2017
196 Páginas
ISBN:978-84-947398-2-8
SINOPSIS
Qué bello es morir es una novela negra donde encontramos a la duquesa de Peñafiel, anciana aristócrata de gran fortuna, que está a punto de caer en la telaraña de la Iglesia de la Cienciología. Su ingreso en la secta puede comportar una importante merma de su patrimonio. Este radical cambio de rumbo en el ducado de Peñafiel alerta al establishment nacional que ve peligrar su poder y sus inversiones. Tras una secreta reunión en un recóndito monasterio de la sierra de Gredos, la influyente camarilla decide tomar cartas en el asunto y cortar por lo sano. Que parezca un accidente…
El avezado inspector Emerenciano Nereida, policía solitario curtido en mil batallas, (conocido ya por los lectores de El seudónimo y A vida o muerte) se propone desentrañar la trama tirando de un hilo cuyos oscuros eslabones incluyen al episcopado, las altas esferas, las cloacas del Estado, los bajos fondos, la iglesia de la Cienciología… Nereida es un policía persistente con alto sentido de la justicia que arrastra mala fama en el Cuerpo. Un tipo solitario, sentimental y desencantado que busca el consuelo en el abrigo de las barras americanas. Junto a él, una serie de personajes secundarios de trazo diverso dan frescura al texto.
Antonio Salinero (Valladolid, 1962). En el año 2001 obtiene con su primera novela, El seudónimo, el XLVIII Premio de Novela Ateneo Ciudad de Valladolid, publicada al año siguiente y elogiada por la crítica. Ha sido invitado como ponente a diversos congresos literarios nacionales e internacionales, y publicado varios relatos en libros colectivos (Días de Gloria, Animales), además de ser autor de diferentes obras de ensayo. En el año 2006 publica su segunda novela, A vida o muerte, que es acogida como una de las novelas negras más originales publicadas ese año. Durante años ha sido columnista semanal en diferentes medios de la prensa escrita, entre otros en el diario El Mundo – Edición de Castilla y León. A finales del año 2015, recibió el Premio Internacional de Narrativa de la “Asociación de Periodistas de Ávila”; en la actualidad es columnista del diario “El Norte de Castilla”.
Reseña
Los mandamientos
Alguna vez deberíamos recoger el decálogo de una buena novela negra a lo clásico, a saber: investigador descreído (ya sea policía o privado), superior con mala leche, aguda crítica social, taberneros de alcurnia (aquí puede variar al tipo de establecimiento hostelero), una primera persona ácida, enemigos o sospechosos de cierto postín, muertes entrelazadas y a veces consecutivas, alguna visita a un burdel (o antro de mala muerte, también opcional), una ciudad por la que transitar y claro, un final sorprendente, muy sorprendente. Algunos dirán que estos diez mandamientos se pueden alterar, sustituir, complementar, y tendrán razón, pero si uno se topa con una novela que los tenga todos tiene muchas papeletas de pasarlo realmente de fábula.
Pues bien, Antonio Salinero los ha colocado, en esta obra, uno tras otro, incluso sazonados con algunos más que ahora quedan en el tintero, tales como la soledad sentimental, algún grupo social de presión, confesiones tardías o habitantes del lumpen que son maravillosos, como ese Pantani que aparece hacia el final de la trama. La cuestión es que, con el decálogo como base, el autor ha construido una novela gamberra, muy del género, dinámica, atractiva y fresca como un polo de un euro, que para más quizá no llegue la maltrecha economía del inspector Emerenciano Nereida (que no Hetaira como alguno se empeña en rebautizarle); una novela en la que la muerte de una anciana y riquísima duquesa, ennoviada con un calaverita algo más joven, un golfo de televisión sin catre donde caerse muerto, pone en marcha los resortes olfativos de nuestro policía.
Las ramificaciones se antojan poderosas, de mucho ringorrango, y las trabas que se van poniendo a la investigación también son considerables, hasta el punto de pretender condenarla al olvido, aunque tratándose del inspector Nereida eso es poco menos que imposible. El camino que Salinero hace recorrer a su policía es una delicia en la que disfrutamos de todas las clases sociales posibles, desde el que sirve en ruin barra hasta el altivo que se sienta muy cerquita del Padre, sea éste divino o mundano como un buen Ibex 35.
El lenguaje no puede ser más ácido y directo, sin olvidar el decoro correspondiente a cada estamento social, algo que Nereida practica como un maestro lingüista. Y el final, ¡ay, el final!, sangran mis dedos de tinta escondida por no poder confesarlo, y por no poder sentarme frente a su autor con un buen vino antes de ajustarle alguna que otra tuerca. Lo dicho, un placer soberano disfrutar de este decálogo que se gana los elogios a pulso.
Texto © Antonio Parra Sanz. Todos los derechos reservados.
Publicación © Solo Novela Negra. Todos los derechos reservados.
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