Presentación de BORICUAS de Carlos Erice Azanza por Miguel Izu
Presentación de Boricuas, de Carlos Erice Azanza
Miguel Izu
El 20 de noviembre último se presentó, en los salones del Nuevo Casino Principal de Pamplona, Boricuas, la más reciente novela de Carlos Erice Azanza (Pamplona, 1971). El autor estuvo acompañado por María Oset, de Ediciones Eunate. Esta es su cuarta incursión en el género novelístico después de Beautiful Rhodesia (2011, Premio López-Torrijos), La granja de Perla (2014) y Orán ya no te quiere (2015), dejando aparte un buen número de relatos que han merecido diversos premios.
Sobre el lapso de casi diez años sin publicar una novela, a pregunta de María, Carlos dijo que estaba “contento y nervioso” como si fuera de nuevo la primera vez, y justificó la tardanza, aparte de ser un escritor muy concienzudo que corrige y reescribe mucho (o también un escritor vago, admitió), por diversas circunstancias personales y alguna pandemia que retrasó el momento de enviar el manuscrito (que ya estaba más o menos escrito en 2017) a una editorial; en este caso optó por probar con una editorial navarra. María dijo que, tras leerla, decidió publicarla porque encontró un estilo rotundo, capaz de transmite sensaciones al lector, en una historia que da a conocer el Puerto Rico de 1898 a través de unos personajes muy bien descritos, que logran despertar el afecto del lector, y con una trama que engancha y está bien resuelta.
Carlos contó que es friki de la historia y que sus novelas siempre tienen que ver con ella. Después de que las anteriores se desarrollaran principalmente en África quería cambiar de continente y, tras haber contemplado el colonialismo francés, inglés o portugués, le apetecía abordar el colonialismo español y eligió un momento clave, 1898, la guerra hispanoamericana o “el Desastre”, pero en lugar de ir a ubicaciones más trilladas como Cuba o Filipinas, prefirió Puerto Rico. Lo hace mediante una trama criminal que tiene la particularidad, y el riesgo, de que presenta, no uno ni dos investigadores, como es usual, sino seis que se van entrecruzando: dos periodistas, uno español peninsular y otro portorriqueño, dos guardias civiles y dos mujeres, una la esposa de un guardia y la otra viuda de un independentista. Así, con personajes tan variopintos, se ofrecen diversas visiones sobre el momento histórico y sobre los hechos que se narran.
María le preguntó sobre el recluta navarro que también aparece en la historia. Carlos señaló que, además de mezclar historias policíacas y escenarios exóticos. le gusta introducir siempre algún nexo con su tierra (“Julio Verne siempre ponía algún personaje francés”) y que Anselmo Oyarbide, al que le toca hacer la mili en Puerto Rico y es testigo de los sucesos que se narran, le sirve para introducir una visión distinta y contada en primera persona, contrastando con el resto de la narración en tercera persona y en tiempo presente, cercana al lenguaje periodístico, a veces copiando literalmente de la prensa de la época.
Aparte del contexto histórico y de la trama policial, Carlos explica que aprovecha la narración para tratar diversos temas (“los escritores somos gente mentirosa y aprovechamos la trama para contar otras cosas”): el patrioterismo exaltado de 1898 que tiene muchas concomitancias con el actual, especialmente con el desatado por el procés de Cataluña que coincidió con el tiempo en que redactó la novela; la guerra y el miedo a la muerte; el abuso sexual, en particular sobre menores, y la violencia asociada al machismo; la mentira y la manipulación, tanto en la política como en la prensa, pero también la búsqueda de la verdad (“con una visión romántica del periodismo”). Temas universales y siempre de actualidad.
Carlos declaró que prefiere las novelas no demasiado extensas; que hay autores que después de una larga investigación como la que requiere cualquier novela histórica dedican muchas páginas a recoger con prolijidad todo lo que han hallado y aprendido y les salen tochos de ochocientas páginas, pero que él prefiere ser breve y sugerir más que detallar, contar cada cosa de las imprescindibles para la marcha de la historia en un párrafo y no en veinticinco páginas. Confía en el lector y en su capacidad de imaginar a partir de una descripción escueta.
En el debate con el público, Carlos dijo que uno de sus autores favoritos, al que le gustaría parecerse, además de a Graham Greene que le fue sugerido, es John Le Carré, su forma de escribir y su capacidad de dar una perspectiva política, pero que aspira a tener un estilo propio o, mejor, estilos propios que pueda adecuar a cada historia. Ha quedado satisfecho de cómo ha resuelto la estructura de esta novela, jugando con diversos personajes y uniendo varias voces. Sobre el título, Boricuas, un gentilicio de origen indígena que los portorriqueños se aplican a sí mismos, le pareció muy sonoro, además de enigmático, y lo tuvo en mente desde el primer momento en que se puso a escribir. En cuanto a la idea primigenia que desencadenó la redacción de la novela, Carlos señaló la lectura del capitán Rivero, un militar del Ejército español y escritor portorriqueño que llevó y publicó un diario de la guerra (Crónica de la Guerra Hispanoamericana en Puerto Rico, 1922). Finalmente, a la pregunta de María sobre si pasarán tantos años antes de poder leer una próxima novela suya, Carlos dijo que no lo sabe. Explicó que empezó a escribir novelas porque en ese momento en Navarra no se publicaban las que a él le gustaban, tramas de misterio-policial-histórico, pero que veinte años más tarde hay tal cantidad de novelistas y de novelas sobre estos temas que se plantea si no será momento de dejarlo y dedicarse a leer a la gente que lo hace bien… Aunque reconoció que siempre está escribiendo cosas.
Ficha:
Boricuas
Carlos Erice Azanza
Ediciones Eunate, 2024
ISBN: 978-84-7768-502-9
202 páginas, 17 x 24 cm, tapa blanda
Sinopsis:
San Juan de Puerto Rico, primavera de 1898.
Mientras España está a punto de perder su imperio colonial y la tensión militar se siente en la Isla de los boricuas, el padre Arán, turbado por la confesión de una muchacha, comparte su inquietud con Carballino, comandante de la Guardia Civil. Poco después, el asesinato de una joven destapa la existencia de una organización que abusa de chicas adolescentes.
Al tiempo que la guerra hispano-norteamericana se acerca al desastroso final, dos periodistas, la viuda de un militante independentista puertorriqueño, el propio sacerdote y el comandante Carballino (acompañado del capitán Areta), constituirán un peculiar equipo de investigación que trata de esclarecer el crimen, en el que un joven recluta navarro se verá involucrado.
Boricuas fusiona el género negro con el thriller político e histórico mientras profundiza en algunos de los pecados más sórdidos de gobiernos y seres humanos, y que sirven de justificación política para guerras, conspiraciones, luchas de poder y, sobre todo, sacrificio de inocentes.
©Artículo: Miguel Izu, 2024.
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