Morir en gris
Morir en gris
por Beatriz Gómez Lorenzo
Murió en gris, como deseaba. Sin mirar atrás y sin importarle el momento de su fallecimiento.
Se había preparado para ello, la habitación donde reposaría estaba cubierta por largas cortinas de color rojo que contrastarían con su impecable traje oscuro y con el bermellón de sus uñas.
Pensó en su vida y sonrió, encontraba su interior armonioso y por un instante fue feliz al mirar a su alrededor en la pequeña habitación elegida. Era el momento.
Descalza fue experimentando el placer del polvo bajo sus pies, se colocó en el centro de la habitación y abrió la pequeña cajita que llevaba con ella. Se sentó y aplicó el polvo blanco a las cenizas que la rodeaban. Observó como se entremezclaban y alcanzó un pequeño tubo por el que aspiró con fuerza. Se tumbó boca arriba y sonrió esperando el efecto del arsénico.
Los días anteriores había desenterrado sus cuerpos, aquellos a los que asesinó y los había incinerado.
Del Texto © Beatriz Gómez Lorenzo- Todos los derechos reservados
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