MI FAMILIA Y OTROS ASESINOS de Francisco Navarro y Jesús Navarro por Elena Rodríguez

Reseña de Mi familia y otros asesinos de Francisco Navarro y Jesús Navarro por Elena Rodríguez Herrero

 

Sobre los autores:

Fran Navarro es guionista de cine y televisión y ha colaborado en producciones como Las chicas del cable, Velvet Colección y En el corredor de la muerte.

Chus Navarro trabaja en la librería Derivas, en Madrid, donde imparte talleres de escritura creativa y ha cursado el Máster de Narrativa en la Escuela de Escritores. Ha escrito la novela Al final, feliz, publicada en 2020.

Sinopsis de Mi familia y otros asesinos:

«En su remota mansión de los Pirineos, los Watson se preparan para celebrar las fiestas navideñas como una familia cualquiera: reencuentros esperados, mucha comida y bebida y la firme promesa de no hablar de política. Pero los Watson no son una familia cualquiera, ya que entre sus miembros se encuentran los tres inspectores de policía más reconocidos del país: Richard Watson, patriarca y sabueso a la antigua usanza; Eugenio Watson, su hijo, obsesionado con el análisis exhaustivo y científico de la escena del crimen, y Florencia Watson, su peculiar y perspicaz nieta.

Cuando un grito corta el aire helado de la mañana de Navidad, la mansión de los Watson se convierte en la escena de un crimen. Miriam, la hermana mayor del clan, ha aparecido muerta en su cuarto, sobre un charco de sangre, pero sin herida alguna, y con marcas de haber sido estrangulada. Solo hay algo seguro: el culpable se encuentra dentro de la casa. Richard, Eugenio y Florencia -abuelo, hijo y nieta-, tendrán que poner a prueba sus diferentes métodos para resolver el caso antes de que el asesino ataque de nuevo.

Los detectives protagonistas de Mi familia y otros asesinos:

Richard Watson: El abuelo. Inspector de homicidios retirado y una leyenda del Cuerpo. Sabueso a la vieja usanza: va siempre con su instinto por delante.

Eugenio Watson: El hijo. Inspector de homicidios en activo. Muy formal, pero siempre agradable. Obsesionado con el análisis científico de las pruebas del crimen.

Florencia Watson: La nieta. Futura inspectora de homicidios. Friki del k-pop, es el verso suelto de la familia. Un verdadero genio de la deducción.»

Comenzamos la novela con una guía de personajes al mejor estilo de las novelas clásicas de detectives. La historia está narrada en primera y tercera persona, según quien narre el capítulo, de forma que vamos viendo la historia y las pistas desde varios puntos de vista.

Nos encontramos en la mansión de los Watson, en pleno corazón de la sierra aragonesa, con una de las tormentas de nieve más crueles que se ha visto en muchos años por la zona. Ya os adelanto que la climatología va a tener un importante papel no solo en la historia, sino también en la ambientación (frío, nieve, aire, hielo, viento,…), que nos va a «arropar» en todo lo que está por descubrirse.

Conocemos primero a Richard Watson, un inspector de policía ya jubilado, que va a alojar en su acogedora casa a sus cuatro hijos, sus parejas, ex-parejas, nietos, e incluso a su insoportable y antipático cuñado con quien no se habla desde hace muchos años. Nada de esto sería posible sin la entrega y la dedicación de su adorada y querida esposa Agnes (una abuelita de las de toda la vida), que se encargará del cuidado, atención y alimentación de toda la familia.

Pero los Watson no son una familia al uso. Además de ser muy numerosa, destaca porque abuelo, hijo y nieta son, han sido y serán, inspectores de homicidios.

Richard, inspector jubilado, Eugenio, inspector en activo y Florencia, futura inspectora de homicidios.

Richard se levanta la mañana de Navidad tan temprano como de costumbre (independientemente de los excesos de la noche anterior), pero con una sensación rara. Un «no se qué» o un «qué se yo» que le mantiene inquieto. Un presentimiento sobrecogedor.

Aún así, sagaz y valiente sale a por el pan como cada mañana, pero al abrir la puerta oye un grito desgarrador de una de sus hijas y corre a ver que ha sucedido.

La familia Watson al completo está reunida y horrorizada en la puerta de la habitación de Miriam, una de las hijas de Richard y Agnes, donde ésta yace muerta en el suelo bajo un charco de sangre pero sin herida visible alguna.

Según las primeras evidencias, Miriam ha sido estrangulada en su habitación y extrañamente, como decíamos antes, hay un gran charco de sangre, una lampara de mesa rota, las gafas tiradas en el suelo y una carta a medio escribir.

Por avatares del destino, la ayuda policial llega tarde y mal, debido a una serie de «catastróficas desdichas» que me parecieron muy originales.

Como no podía ser de otra forma, Richard, Eugenio y Florencia se hacen cargo de la escena del crimen y de la situación en general, para comenzar una investigación conjunta (aunque también en paralelo) y descubrir quién ha asesinado a Miriam.

Este sería el punto fuerte y original de la historia; esto es, seguiremos la investigación por separado con distintos puntos de vista y distintas formas de trabajar de los tres policías, en lo que será, aunque ninguno lo quiera reconocer, una «carrera» por ver quién resuelve el crimen de la forma más rápida y eficaz posible.

Nos encontramos ante un crimen de «puerta cerrada», ya que el asesinato se produjo durante la noche, en una casa cerrada con alarma conectada y con cámaras por todo el perímetro. Con lo cual, los tres llegan a la primera y más terrible conclusión: el/la asesin@ es un miembro de la familia.

Y a partir de ahí es como estos tres sabuesos comienzan a trabajar según su estilo: Richard, a la antigua usanza, siguiendo su instinto, haciendo resumen de los datos, entrevistas,… . Eugenio, amante del análisis científico de la escena del crimen (sangre, huellas,…). Y por último Florencia, una joven muy activa, intrépida, amante de la tecnología y con una gran capacidad de deducción.

De capítulo en capítulo iremos descubriendo junto a cada uno (por turno), los hallazgos, deducciones y pistas para resolver este misterioso crimen que esconde más secretos e incógnitas de lo que parecía en un principio.

Además de estos tres protagonistas y Agnes, la abuela, destaco a Ainhoa, la novia de Florencia y su mano derecha en la investigación (haciendo de «Watson»), que nos narrará capítulos en primera persona y con la que conoceremos un poco más, bajo su visión, a todos y cada uno de los integrantes de esta familia donde está a punto de ingresar (y a la que quiere causar buena impresión).

Tendremos a Julia y Susana, las otras dos hijas del matrimonio Watson, que son a cada cual más peculiar y a sus respectivos maridos que hacen de maravilla el papel de «cuñados» en toda la historia (le ponen un punto de humor).

También encontraremos a Quique, la pareja actual de Eugenio, un personaje tranquilo y cariñoso; Verónica, la madre de Florencia y exmujer de Eugenio, y los dos nietos: Javi, un adolescente obsesionado con el mundo digital y las criptomonedas y el pequeño Alvarito, un niño cuyo único deseo en toda la novela es abrir los regalos que ha traído Papá Noel.

Además contaremos con los personajes de Gerardo, el acaudalado y enigmático hermano de Agnes, dueño del hotel más grande y famoso de la zona. Samuel el dueño de otro de los hoteles y Jandro, la mano derecha de Gerardo.

Es una novela muy entretenida, muy bien estructurada y con un misterio muy interesante. Lo mejor es el último cuarto, cuando las cartas comienzan a ponerse sobre la mesa y llegamos a un final muy bien rematado y satisfactorio.

Tiene escenas de acción, de intriga, giros de trama, revelaciones impactantes y también mucho toque de humor.

Yo lo englobaría en el género Cozy Crime porque no tiene escenas perturbadoras, tiene humor, detectives que aunque no sean aficionados, se deben valer de los escasos medios que disponen al estar aislados para resolver el crimen, y una ambientación muy envolvente.

Solo le sacaría, para mi gusto, dos puntos negativos: por un lado creo que la historia se extiende demasiado con escenas, descripciones y diálogos sin mucha relevancia, repetitivas en ocasiones que hacen que en ciertas partes te resulte un poco pesada su lectura. Y por otro lado, no empaticé con uno de los personajes principales que es Florencia (la nieta detective). Tiene actitudes sin sentido, diálogos y expresiones que no vienen al caso, y creo que la relación con Ainhoa es un poco de superioridad. En definitiva, para mi ha sido un personaje inaguantable. Las partes donde ella era la protagonista me ponían un poco de los nervios.

Y hasta aquí la reseña de Mi familia y otros asesinos, una novela que os recomiendo si es gusta el misterio, el humor y las familias peculiares, porque como dice en un párrafo del libro: «En todas las familias cuecen habas. Y parece que aquí tenían fabada para un invierno.»

Dejadme en comentarios que os ha parecido la reseña, y si os llama la atención este título, el primero de la unión de los hermanos Navarro. ¿La habéis leído?. ¿Qué os ha parecido?. Os leo.

Y sin más me despido con un saludo hasta la próxima reseña.

 

©Reseña: Elena Rodríguez, 2024.

 

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