La sangre no salta
ANTONIO PARRA SANZ| Corresponsal en Murcia
Malbec Ediciones – Cartagena 2017 270 Páginas ISBN: 978-84-946501-7-8
SINOPSIS
La sangre no salta es la desgarradora historia de dos detectives en el tiempo: Santos Alonso y su hijo Samuel. El primero investigando a finales de 1980 el paradero de Ulises Carpe, una desaparición conectada con un peligroso grupo neonazi; el segundo buscando treinta y cinco años después el antiguo reloj de oro que Ulises legó a su familia y que ha sido robado en extrañas circunstancias…
Dos épocas muy distintas, dos detectives de métodos dispares, un mismo mundo íntimamente relacionado. Durante la investigación más atípica de su carrera, Samuel Alonso descubrirá tantas cosas de su padre cómo de sí mismo, comprendiendo que el pasado está muy vivo, se mueve, ataca, mastica y escupe. Una vez abierta la caja de los secretos, sus vidas ya no volverán a ir por el mismo camino.
Alfonso Gutiérrez Caro Cartagena (Murcia), 1982. Licenciado en Historia por la Universidad de Murcia. Sus inicios literarios vienen marcados por una interesante actividad como escritor de relatos breves. Mención de honor en el Concurso Galileo de relatos de ciencia ficción (2009) con “Lapsus Machina”, incurso en la antología del mismo nombre. Ha publicado el relato “Muere el último humano físico” en Revista Redes para la Ciencia nº 10 (2010). El relato “Reinicio” en la Antología Descubriendo Nuevos Mundos (2011) de la Federación Española de Fantasía Épica. Su cuento “Sencillamente monstruos”, fue incluido en “Cryptonomikon VI” antología del Cryptshow Festival (2013). Actualmente es colaborador de la sección de Cine en “Diario Siglo XXI” y ha sido uno de los autores incluidos en la antología de relatos negro-criminales Cartagena Negra. Es el creador del detective Samuel Alonso, quien apareciera por vez primera en la novela Defecto de fábrica, después en Universo Salvaje y ha regresado ahora en La sangre no salta.
Reseña
Estirpe de detectives
Siempre es un placer encontrarse con una novela que aporte alguna novedad al género negro, porque se agradece aire nuevo y porque entre todos debemos huir del encorsetamiento, aunque se corran riesgos al introducir esas novedades. El caso de Alfonso Gutiérrez Caro está muy lejos de ser un intento fallido, antes al contrario, porque es una delicia que asistamos a un caso protagonizado por el padre de Samuel Alonso en los años ochenta, pero más sorpresivo es aún que ese caso transcurra mientras el propio Samuel anda gestándose en el vientre de su madre. No recuerdo novela alguna –corríjanme si yerro- en la que asistamos a la génesis de un detective privado, de ahí la importancia de este doble planteamiento narrativo.
Y es que Samuel Alonso no aparece sólo en estado fetal, ni mucho menos, la habilidad del autor ha ido un punto más allá, y del caso que recibe un Samuel Alonso casi retirado, que vuelve al oficio por la insistencia de una antigua clienta del padre, saltaremos a otro en el que el motor es Santos Alonso, ex policía, padre de nuestro detective y fundador de la agencia que Samuel terminaría heredando. Dos planos entre los que, como lectores, nos movemos sin problema alguno gracias a la división capitular, pero también porque el narrador, desde el inicio de cada trama, deja clara su voz, el ambiente y las personalidades bien definidas de padre e hijo. Al último ya le conocíamos tras disfrutar de Defecto de fábrica y Universo salvaje, pero toparnos con un progenitor amargado, de mano ligera en el oficio y con algún secreto que otro en el armario, ha sido toda una sorpresa.
Samuel ha de encontrar un reloj desaparecido, que perteneció a un hombre a quien su padre no logró encontrar. Ese objeto, ese “mcguffin” cinematográfico, nos permite entrar y salir, pasar de los ochenta a la actualidad, nos permite ver a un Samuel rescatado del tedio y ante el que, ¡quién sabe!, parece que vuelve a surgir algo parecido al amor, y nos permite viajar a los tiempos en los que la policía seguía dando mucho miedo, en los que la transición era la moneda común mientras se lidiaba con los restos de la ultraderecha, tiempos en los que había ciertos secretos que no se podían desvelar bajo ningún concepto.
Acompañen a Samuel Alonso por su espinoso presente y por el camino de su memoria, no se arrepentirán de entrar en ninguna de las dos tramas, Alfonso Gutiérrez Caro ha dado un gran paso adelante y es ya un autor de garantía.
Texto © Antonio Parra Sanz. Todos los derechos reservados.
Publicación © Solo Novela Negra. Todos los derechos reservados.
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