LA INAUGURACIÓN de María Inés Krimer
Después de la lectura de la novela “La inauguración» tengo que decir algunas cosas que creo importantes. Creo que toda reseña es del todo subjetiva, que existen tantas opiniones como lectores tiene una obra. Por eso, solo pretendo expresar una opinión personal, un ramillete de sensaciones que me han dejado las páginas de este libro. Y el valor de mi opinión es el que vosotros queráis darle.
A veces no es suficiente que un libro esté escrito de manera brillante, con un lenguaje preciso y precioso. A veces no vale que el autor demuestre lo bien que escribe envuelto en un estilo que pretenda emular a los más grandes. A veces tener una historia, una buena historia, tampoco vale. Como tampoco vale tener unos buenos personajes que se encumbren en una narrativa exquisita. No, a veces, no todo vale.
Porque a veces, hay que saber agarrar al lector, bajarlo a los infiernos y llevarlo a los cielos. A veces hay que hacer que las letras nos sacudan y nos golpeen. A veces hay que dejar al lector sin sueño y sin pensamientos. A veces hay que esperar que el lector se emocione, sienta y se zambulla en cada hoja de un libro dando un salto mortal, si fuera necesario.
Y sí, la lectura de este libro no me ha emocionado, no he sentido esa mariposa que golpea nuestro estómago con el paso de las páginas, no me he sentido atraído hacia la nada o hacia el todo, no me he sentido cómodo, no he sentido a sus personajes como parte de mí, no he sentido sensaciones que pudieran decirme que estaba ante algo grande, algo diferente, ni siquiera me he sentido atraído por una historia que pudiera explicar como algo maravilloso.
Creo que al libro le hace falta rabia, pasión, lucha, sentimiento… porque una historia tan dura así lo pide, así lo exige. Una adolescente se escapa de casa buscando una nueva vida y acaba atrapada por una red de trata de mujeres y encerrada en una pequeña casa de pueblo, punto de paso hacia otro destino todavía peor. Quizás sea la manera de contarlo, esa primera persona que no ha conseguido seducirme, que no ha sabido marcar mi carne y mi alma. Y sí, no he conseguido penetrar dentro de ese armazón que me ha impuesto la escritora.
Krimer, es una autora que sabe escribir, que derrocha facultades. Pero no todo vale, a veces hay que saber que la novela negra exige un poco más, exige que te robe el tiempo y que te lleve hacia aquel lugar donde los demás no quieren llegar.
©Reseña: Beckett & Hawk, 2021.
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