La duda cartesiana y la novela negra por Beckett & Hawk

 

LA DUDA METÓDICA CARTESIANA EN LA NOVELA NEGRA

 

Sin duda la filosofía tiene ese carácter universal que le permite abarcar todos los aspectos de la vida y del conocimiento del hombre. Y nosotros vemos muchos puntos de interacción entre la filosofía y la novela negra, porque la novela negra es también un punto de reflexión sobre el hombre, sobre su concepción de la vida, de la muerte y de su relación en el ámbito social que él mismo ha creado y donde se desarrolla su espíritu social.

Por eso hoy quiero hablaros de Descartes y de su duda metódica, pero también quiero hablaros de su relación con la novela negra. Descartes necesita un punto firme de partida. La duda es el mecanicismo que utiliza Descartes para encontrar un principio evidente. Descartes concibió la idea de construir una ciencia suprema, que llama filosofía primera (el único sistema filosófico válido), deshaciéndose de todas las verdades y opiniones tenidas por ciertas, para empezar de nuevo.

Pues eso es precisamente lo que hace el detective como personaje en la novela negra, policíaca y de enigma. El personaje a la hora de empezar su investigación del caso empieza con una duda, es una duda universal, que ante la escena de un crimen o ante un caso sin resolver comienza a dudar de lo evidente, de los sentidos, anulando las verdades tenidas como ciertas y que todos a su alrededor parecen asumir. Por eso, nuestro detective es diferente, porque duda del mundo exterior, duda no solo de los razonamientos de otros investigadores y testigos que parecen apartarle de la verdad, porque incluso nuestro detective duda de sus propios razonamientos, entendiendo que se puede equivocar cuando investiga, cuando razona, ante lo que parece evidente.

Aquí llega la mejor parte, la duda del detective ante sí mismo y ante su comprensión de la realidad.  Se inicia entonces una lucha contra sí mismo para alcanzar la verdad, para encontrar en ese rompecabezas una cuerda de dónde tirar, una pista donde agarrarse.

Porque nuestro detective, como Descartes, buscará una cosa de la que no pueda dudar, un anclaje, una pista, un hecho evidente por sí mismo que sea cierto, que sea evidente, algo que rompa su duda y que le abra el camino hacia la resolución de la trama. Y es ahí donde empieza la resolución del caso, el verdadero camino hacia la explicación del crimen y hacia la captura del asesino. Porque la duda y el razonamiento cartesiano llevan a la resolución del caso y a la captura del culpable-

Por eso amigos de la novela negra desde esta revista os invitamos a dudar, a dudar de lo que parece evidente, a dudar de las cosas que nos dicen, de las cosas que vemos, de los dogmas absolutos, pues solo de la duda surgirá el único camino hacia la verdad.

 

©Artículo: Beckett & Hawk, 2022.

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