La ciencia del mal por Beckett & Hawk
Sin duda hay algo de la novela negra que me recuerda al antiguo concepto de filosofía que tenían los griegos. Porque la novela negra engloba aspectos y saberes fundamentales del hombre. En la novela negra podemos encontrar sicología, psiquiatría, historia, sociología, religión, física, química… incluso astronomía. Sí, porque como desde esta revista se mantiene, la novela negra es un análisis del alma humana. Un análisis de lo bueno y de lo malo que nos rodea, de lo bueno y de lo malo que nos conforma. Porque ¿Qué hay detrás de un crimen, de un delito, de una corruptela, de un secuestro, de un engaño, de una perversión, de un robo?¿ Qué es lo que hace que un ser humano rompa con ese fondo social de respeto hacia el otro, del respeto por la vida humana, por la paz, por la bondad, por la indulgencia, por la generosidad? La verdad es que como diría Hobbes a veces el hombre es un lobo para el hombre. Y creo que visto lo visto, el viejo maestro tenía razón.
La historia de la humanidad está escrita con sangre, con fuego, con guerra, porque como se demuestra en la novela negra, en el fondo del hombre se encuentra la esencia del mal. Esa esencia que corrompe el alma humana, que nos convierte en devoradores, que nos llena de un poder extraño para imponernos al otro, al diferente, a base de violencia. La reflexión sobre la naturaleza del hombre es algo que se ha tratado de interpretar en todo pensamiento filosófico, comprender la naturaleza del hombre es una ardua labor que nos lleva siempre por teorías y por caminos dispares y diferentes, porque comprender al hombre es difícil y se ha de abarcar en todos sus aspectos y manifestaciones.
La novela negra entra como un cuchillo en una tarta de nata y nos pone encima de la mesa que hay algo en nuestros genes que rompe con toda la ética y moral que se nos ha ido inculcando. La novela negra nos enseña esa parte oscura del hombre que como un fantasma resurge en los momentos más inesperados. Pero También nos enseña que frente a toda oscuridad siempre hay una luz que la hace retroceder, porque el hombre también es luz, también es claridad, también es evolución, bondad, indulgencia, tolerancia, ciencia, sabiduría. Porque frente a todo mal siempre hay una parte del hombre que busca la justicia, la bondad, el orden y el respeto al otro. Por eso la novela negra tiene esa parte que tanto nos gusta, ese héroe trágico que se enfrenta a la bestia más oscura con el deseo de restablecer todo equilibrio. Por eso nos encanta el detective o cualquier personaje que en nuestra lectura acabe venciendo los monstruos que llevamos dentro. Porque es necesario que el equilibrio no se rompa y que frente al criminal siempre encontremos a quién nos devuelva la tranquilidad, esa tranquilidad que nos susurra que a pesar de que la noche sea profunda siempre existirá un nuevo día.
©Artículo: Beckett & Hawk, 2020.
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