Entrevistamos a JESUS ZAPLANA

Antonio Parra | Murcia | Corresponsal

Al hilo de la aparición de Asuntos propios, charlamos con Jesús Zaplana, el creador y responsable de las andanzas del sicario Ugarte, para que nos amplíe detalles de su personaje y nos cuente alguna que otra curiosidad del género.

Antonio Parra


 

Jesús Zaplana García (Cartagena, 1975). Licenciado en Historia, reside desde el año 2004 en Madrid, donde compatibiliza la escritura con su empleo en una librería. En el ámbito literario se dio a conocer en 2013 con la publicación del relato Cruce de líneas, con el que resultó ganador en el concurso «El tamaño no importa, léelo», convocado por el Ayuntamiento de Cartagena. Más tarde obtuvo mención especial por el relato El guardián de sonrisas, elegido finalista y publicado por la ONG EAPN en el II Concurso de Fotografía Digital y Relatos (Madrid, 2014). Pueden hallarse asimismo relatos suyos en antologías que recopilan a diversos autores.

Como novelista, La conspiración magiar fue su primera novela publicada, aunque aguardan su oportunidad otros dos manuscritos aún inéditos: La primera luz del alba y El canto de la moneda. Asuntos propios es la segunda entrega de su personaje, el sicario Ugarte.


¿Por qué un sicario? ¿Por qué elegir a un personaje del otro lado del crimen?

 Si repaso mis referentes entre los personajes de novela negra, se trata de antihéroes, personajes muy humanos y con defectos reconocibles, como en el caso del inspector Kurt Wallander de Mankell o el Kostas Jaritos de Márkaris. Pensé en dar una vuelta de tuerca a mis preferencias y saltar al otro lado, dar voz a un «malo» al estilo de las Crook Stories de la novela negra norteamericana de los años treinta, aunque rebajado de esa violencia explícita, con un matiz más social. Un malo que, en mi opinión, en el fondo no lo es tanto.

¿Qué tiene la personalidad de Ugarte que le hace tan especial?

Ugarte ha sido víctima antes que verdugo. En su biografía descubrimos algunos episodios espeluznantes, momentos que a todos nos hubieran marcado. Por otro lado, mi protagonista trata de actuar con lealtad y honestidad, es fiel a sus códigos. También destacaría su cinismo, un rasgo que enriquece diálogos y descripciones.

Editorial SeLeer. Málaga 2017. 115 págs.

¿Hay muchas influencias del cine de género negro en sus tramas o sólo lo parece?

Creo que en el cine negro (como en la novela negra) me queda todo por conocer y profundizar, pero es una referencia indiscutible, sí. Me seduce el magnetismo de sus personajes, el carisma, la elegancia que transmiten. Y los diálogos me fascinan por su calidad.

De entre todas las ciudades del mundo que podían contar con un sicario elige Cartagena, ¿a qué se debe eso?

Cartagena es mi ciudad. La conozco, la amo y me gusta reivindicarla como espacio literario, porque ofrece infinitas posibilidades. Por otro lado, puesto que resido en Madrid, es para mí un placer situar la acción en la ciudad portuaria: me permite trasladarme virtualmente a sus calles y mitigar mi añoranza.

En la novela el pasado tiene una cierta importancia, ¿considera que es un elemento importante al que siempre debemos mirar?

Sin duda. El pasado —ya sea de forma individual, como personas, o bien colectivamente como pueblos— sirve para entender quiénes somos, para explicar determinados comportamientos y, en definitiva, para situar nuestras coordenadas vitales. Sin invadir el espacio reservado a la imaginación del lector, en mis novelas trato de ofrecer pinceladas biográficas de mis personajes principales.

La primera persona narrativa es descollante en sus novelas, ¿tuvo claro desde el principio que le iba a dar la palabra a Ugarte o pensó en un narrador más impersonal?

Es cierto que tiendo a escribir utilizando la primera persona, y soy consciente de que ello supone algunas limitaciones narrativas con respecto al narrador omnisciente, por ejemplo. En el caso de Ugarte, me sedujo desde el principio la idea de introducirme en la mente de un sicario. Al darle voz, perdía en objetividad pero lo compensaba a través de su carisma, de plasmar sus mecanismos mentales, sus códigos y lealtades.

Con los tiempos que corren, ¿hay mercado para sicarios como Ugarte en nuestra sociedad?

Estoy seguro de que sí lo hay. Pienso que Ugarte es un sicario con un particular código de honor. Y especialmente en estos tiempos de tanta mediocridad moral, aunque sea por encargo y con dinero de por medio, nunca le faltarán misiones que cumplir ni indeseables que liquidar.

¿Tendremos alguna vez la oportunidad de ver con Ugarte a algún miembro de las fuerzas del orden o simbolizan dos mundos demasiado distantes?

No sé si aparecerá en la tercera novela de la serie o más adelante, pero la verdad es que sí lo tengo en mente. Crear un personaje antagónico a mi antihéroe, alguien que aporte nuevos matices a las tramas y los diálogos, y que complique más si cabe las correrías de Ugarte. Solo espero que no se cruce en ningún momento con un tal Gomes, que intuyo le podría crear serios problemas.

¿Qué le gusta más y qué le gusta menos de la novela negra?

 Una buena novela negra es amena, es adictiva y me mantiene en tensión; me obliga a volver a la trama cuando no estoy leyendo, para repasar lo que sé y tratar de avanzar lo que aún ignoro. Además de ello, permite sacar a flote aspectos oscuros del ser humano como pueden ser la crueldad, las bajezas, los instintos más primarios. En este momento, no se me ocurre mencionar ningún aspecto que no me guste de este género.

No puedo resistirme a la tentación: ¿por qué sus novelas son tan breves? Es algo injusto para el lector de Ugarte.

Jajaja, ¡gracias por el cumplido! No sé si decir que es una maldición, pero sí algo que me acompaña. Ya me sucedía como estudiante y también como escritor, suelo ser bastante sintético. Sé que tengo que mejorar ese aspecto, y a través del uso de escaletas y otros recursos del oficio lo tengo marcado como un objetivo en cada nuevo proyecto que afronto.

¿A quién le debe Jesús Zaplana influencias literarias?

Si hablamos de literatura en general, debo citar a la Generación del 27 y en especial a Federico García Lorca, que para mí es un absoluto referente. En el ámbito de la novela negra, me entusiasma Raymond Chandler, aunque me considero más próximo al trasfondo narrativo que aportan autores mediterráneos como el maestro Vázquez Montalbán y otros como Petros Márkaris, Andrea Camilleri y Jean Claude Izzo.

Convenza a un lector que no le conozca para que se acerque a las andanzas de Ugarte.

Ugarte es un tipo singular, un villano que llega a caer simpático, una de esas personas que conviene siempre tener de nuestro lado. En sus historias se combinan ingredientes de novela de aventuras, con personajes femeninos deslumbrantes y el más clásico barniz de género negro. La lectura de sus novelas no puede dejar indiferente al lector.

© Solo Novela Negra. 2017. Todos los derechos reservados.

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