Entrevista a los Autores de «Cabrones»
ENTREVISTA A DAVID J. SKINNER, ÓSCAR F. CAMPORRO Y RAFAEL ESTRADA, Autores de «CABRONES«
Reunir a tres tipos peligrosos es un gran riesgo, pero si encima se pretende que escriban un libro, la cosa ya empieza a no tener remedio. David J. Skinner, Ócar F. Camporro y Rafael Estrada han sido capaces de formar una banda y alumbrar el volumen titulado Cabrones, que también ha tenido la osadía de publicar Púnica Granatum. Era inevitable que charlásemos con ellos.
Antonio Parra Sanz.
Tres historias encadenadas que nos llevan a la primera pregunta: ¿cómo surgió el proyecto, quién fue el cerebro de esta operación?
Estrada: Surgió después de una mesa redonda sobre Novela Negra, a la que fuimos invitados por Radio 21. Ahí fue donde nos conocimos y donde planeamos quedar para tomar algo y charlar de nuestras cosas en una cafetería de Moratalaz. El cerebro del proyecto fue David, que nos dijo que tenía escrito un relato sobre una persona deleznable y nos propuso a Óscar y a mí escribir una historia en la misma línea. Nos gustó la idea y nos pusimos a ello.
Skinner: Sí, Cabrones surgió en ese momento, aunque el germen se remonta a unos años antes, también en una “reunión” de escritores tras una Feria del Libro, en la que participó el prologuista, Javier Fernández Jiménez.
Camporro: Fueron ellos. Yo solo puse el corazón.
¿Y cómo lograron coordinarse, de qué manera pulieron los detalles del golpe? Seguro que hubo reuniones en sórdidos lugares, de madrugada, entre humo y alcohol…
E: Ha habido reuniones previas a la publicación para ultimar detalles y consensuar los momentos de la trama donde los personajes deberían coincidir. El método utilizado para decidir ha sido el democrático a mano alzada y el lugar más sórdido donde nos hemos juntado para conspirar ha sido el sótano de mi propia casa, entre cucarachas, ratas, humo, alcohol y una variopinta colección de armas letales.
S: La buena (si se me permite decirlo) coordinación se ha basado en una comprensión y “buen rollo” que ha permitido ir haciendo cambios y añadidos sin que nadie fuese poniendo pegas. Siendo tres, la práctica totalidad de las decisiones han sido sencillas de tomar.
C: Lo pasé mal en esas sórdidas reuniones. Pero salí entero, físicamente entero. Mentalmente…, todavía sigo con la medicación.
¿Realmente hay tanto cabrón suelto por ahí? Y lo que es peor, ¿son ellos los que siempre triunfan?
E: Solo tienes que abrir cualquier periódico más o menos independiente, para ver, con nombres y apellidos, cómo triunfan los cabrones en España y en el resto del mundo.
S: Quizá el mayor problema de los cabrones es que ellos mismos no son conscientes de que lo son. Víctimas de la sociedad, pueden pensar; individuos cuyo destino los ha arrastrado a una vida turbulenta y truculenta. En la vida real, por desgracia, muchas veces no se llevan su merecido. Por suerte, en la ficción puede pasar cualquier cosa…
C: Haya los que haya, los cabrones siempre reciben su merecido. Al menos, literariamente hablando.
¿Por qué elegir el lado oscuro de la ley, da más satisfacciones que el otro?
E: Yo soy una persona decente y no sabría responderte, pero un amigo mío que se dedica a la política dice que sí, que el lado oscuro da muchas satisfacciones siempre que no te pillen.
S: Lo que más satisfacción da es el poder ser consecuente con uno mismo. Lo del lado oscuro y el lado luminoso me suena más a midiclorianos, jedis y siths.
C: El lado oscuro ofrece satisfacciones meramente materiales. Nada más. Sin embargo, el lado luminoso es el que inunda el espíritu con las sensaciones más felices.
¿Quién de los tres ha disfrutado más escribiendo, y quién se ha quedado con ganas de ir todavía más allá?
E: Yo he disfrutado más que ninguno y siempre me quedo con ganas de ir más allá. Óscar y David te van a decir que ellos han disfrutado más que yo, pero es mentira.
S: Creo que todos hemos disfrutado tanto que es difícil discernir quién ha podido superar en nivel de satisfacción a los demás. De la misma forma, a todos nos gustaría continuar e ir donde ningún otro hombre ha llegado antes. Aunque no sé si nos atreveremos, eso sí.
C: Yo, después de leer los relatos de mis colegas, entré en estado de “shock”. Por eso creé a mi personaje como un hombre bondadoso, para contrarrestar las atrocidades de los otros dos cabrones.
¿Sueña alguno de los tres con una isla paradisíaca en la que retirarse?
E: Las islas paradisíacas solo existen en los folletos y en la imaginación de los incautos. Las de verdad están llenas de turistas y plástico, huelen mal, la wifi va lenta y el alcohol te lo sirven aguado.
S: Yo me retiraría en una cafetería paradisíaca.
C: Sí, yo sí sueño. He visto fotos en folletos; son muy bonitas.
Todos conocen el mundillo de la novela negra, ¿es un clan con el que establecer lazos que alumbren proyectos como éste o más bien se merece que alguien entre en él a tiro limpio?
E: No es necesario que entre más gente en el clan. Ya somos muchos y estamos demasiado apretados. La única forma que se me ocurre para que puedan entrar nuevos escritores es utilizando la fuerza bruta, o sea, a balazos. Este no es un sitio para pusilánimes.
S: Por suerte, cada vez se amplía más el alcance de la novela negra (tomando por “novela negra” al género criminal, detectivesco y policíaco). Hay más escritores y hay más lectores, lo que es genial. Dicho esto, quien no lleve encima al menos una bala de 9mm, no tiene cabida en este mundo.
C: En el mundo de la novela negra cabemos todos. Cuantos más seamos, mejor. Así, tan apretaditos, será muy difícil determinar al autor de las puñaladas.
¿Y de sus carreras en solitario que nos pueden contar, para que un lector no asiduo les conozca?
E: Además de Cabrones, en novela negra he escrito la trilogía del inspector Proaza: Ángeles de sangre (Premio MGE, Penguin Random House Grupo Editorial), Carne de primera y Delirio en rama. Mat-Arte es mi aportación al volumen de relatos Lecciones de asesinos expertos y El amor de los escorpiones, la novela negra que estos momentos estoy corrigiendo. En literatura infantil, dentro del género policial, tengo publicados El comisario Olegario (Accésit Premio Lazarillo) y La sonrisa del ogro.
S: Quizá mi novela policíaca más conocida (aunque tampoco mucho) sea Los crímenes del ajedrez. Una novela breve, pero que es muy determinante para otros de mis trabajos posteriores, ya que en algunas de mis novelas hay referencias a personajes o lugares presentes en esta novela. Ahora mismo, aunque tengo un par de novelas inéditas (¡atentos, editores!), estoy más centrado en la cinematografía, donde ya llevo cuatro cortometrajes guionizados y dirigidos, y varios más en proceso. Quién sabe si, algún día, daré el salto al largometraje.
C: Yo he escrito dieciséis novelas, de las cuales he publicado siete. He creado relaciones entre todas ellas a través de tramas entrelazadas y personajes que las protagonizan. A esto lo llamo Universo OFC, y el núcleo lo forman varias novelas de la Serie Riverthree. He obtenido galardones con Márchate de Riverthree y Volved a Riverthree. Pero no son todas novelas negras. También tratan temas sociales, históricos, de aventuras, de humor, de acción y, por supuesto, de amor, mucho amor.
Imaginen que tienen que dar un golpe real, del tipo que sea, ¿serían capaces de elegir un objetivo y justificar esa elección?
E: El único objetivo que podría justificar sería robar un banco cuando se acerca final de mes y veo que las facturas no cuadran con los ingresos.
S: Uno de mis sueños infantiles es ser ladrón de guante blanco, tipo Arséne Lupin. Lo malo es que soy demasiado torpe para eso; al primer robo, fijo que me pillaban antes de abandonar la mansión.
C: Seríamos capaces, claro que sí. Erradicaríamos el mal en el planeta a golpe de pluma.
¿Siguen en busca y captura por España, es decir, se van a mover por ahí presentando el volumen?
E: Iremos donde nos diga el editor, que es la mano que nos da de comer, ya sea por España o en el extranjero.
S: Si alguien nos quiere ver y escuchar, nosotros estaremos encantados de hacer las visitas que sean necesarias (si es a Japón, que sea con gastos pagados, por favor)
C: Los que nos busquen nos encontrarán, así que capturarán cuantos ejemplares de Cabrones quieran. El editor será el que se encargue de ellos.
¿Se reunirá de nuevo la banda para otro golpe o los lectores podremos dormir tranquilos?
E: Ya nos hemos reunido y hay varios proyectos pendientes. Uno de ellos ya está en marcha. Pero tenemos que planificar el siguiente golpe con calma y ser cautelosos, para evitar que nos pillen las fuerzas del orden o que nos copien la idea otros escritores.
S: De mentes inquietas como las nuestras no puede esperarse mucha calma, me temo.
C: Esta banda no va a parar de dar golpes. Hemos atizado duramente a la literatura, al cine y a la fotografía. Ahora mismo las ideas fluyen por doquier. Esto que voy a contar es una primicia: vamos a desentrañar el mundo de los bailes regionales. Por favor, que no salga de aquí.
¿Alguna otra cosa que quieran declarar antes de resolver esta reunión?
E: Sí: ¿Cuándo coño vamos a cobrar?
S: Pues no se me ocurre ninguna cosa, salvo agradecer tanto a la editorial como a Antonio Parra, nuestro entrevistador, que tiene que aguantar estas respuestas, a veces absurdas, otras impertinentes y, en algún pequeño caso, con una cierta coherencia.
C: Gracias, Ediciones PG.
© Antonio Parra Sanz. 2018
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