Entrevista a Jesús Lens

Solo Novela Negra  entrevista a JESÚS LENS

Decir Jesús Lens es decirlo todo, su nombre es su mejor presentación.

Doy las gracias a Jesús por esta entrevista en la que se entrega por completo, cuando la leáis veréis que es todo piel.

Gracias maestro por tu generosidad.

Y ahora si, os dejo con la mejor entrevista que vais a leer en mucho tiempo.

Pilar Garcia


Nació en Granada, 1970.

Es licenciado en derecho por la UGR. Actualmente es director de comunicación de Banco Mare Nostrum en Andalucía. Columnista de diario Ideal, colaborador en Canal Sur Radio y crítico de cine en La Voz de Granada Radio y TG7 (televisión municipal de Granada). Ha publicado artículos en revistas como Altaïr, Geo, Qué Leer o Fotogramas. Entre sus libros destacan Microcréditos. La revolución silenciosa (Debate, 2007), Hasta donde el cine nos lleve. Viajes y escenarios de película (2009), Café-Bar Cinema. Cafés, clubes y bares de películas (2011) y Cineasta blanco, corazón negroAventuras y desventuras cinematográficas del continente negro (2013). Es director de la colección Nube Negra de la editorial Palabaristas y director del festival Granada Noir.

Se incorpora en Marzo 2016 a la revista Solo Novela Negra como colaborador con artículos y reseñas literarias.


 

Dos años dirigiendo, junto con el gran Gustavo Gómez , el Festival Granada noir, con gran éxito de público y de crítica. Cuéntanos tu experiencia personal.

Dirigir un Festival es una actividad tan ilusionante como extenuante. Cuando se acerca, quieres que pase. En cuanto termina, quieres empezar de nuevo. Además de la parte organizativa, te obliga a estar al día de lo que se publica, a leer mucho, a ver mucho cine y a ser imaginativo y creativo a la hora de ofrecer una propuesta cultural de calidad que resulte atractiva al público e interesante y útil a los escritores, fotógrafos, cineastas e ilustradores invitados.

Una anécdota divertida de GRN.

Que, en realidad, todo comenzó con un encuentro casual e inesperado entre dos personas –ninguna de las cuales era yo- que se plantearon un iluso, hipotético e improbable ¿Y si…? que finalmente fue posible. Y aquí estamos.

Lo más emotivo de GRN2.

El regalo a nuestra fotógrafa Laura Muñoz de su ejemplar de “La araña del olvido”, la novela gráfica de Enrique Bonet con que agasajamos a la gente a la que queremos. Laura es una persona excepcional que lo da todo en los proyectos en los que cree y es una de nuestras aliadas desde que pusimos en marcha Granada Noir.

Y, también, el regalo que me hicieron las integrantes de un Club de Lectura muy especial: Sueca, formado por alumnas que fueron de mi madre, María Julia, profesora de lengua y literatura durante muchos años y auténtica despertadora de vocaciones. No me lo esperaba, me pillaron “a traición” y rompí a llorar a moco tendido. ¡Menudo comisario de un Festival Noir! Mi imagen quedó deliciosamente hecha añicos, por siempre jamás.

Qué te sigue sorprendiendo en cada edición del festival.

La extraordinaria disposición de todas las personas con las que contamos para venir al Festival. ¡Todo el mundo quiere venir a Granada! Eso no tiene precio. Y el aliento, el apoyo constante de una persona tan creativa como Fernando Marías, que tanto nos anima y tanto le aporta a Granada Noir. Igualmente tengo que destacar el compromiso de Cervezas Alhambra, que apostó y sigue apostando por nosotros, al creer en un modelo de festival multicultural, abierto, festivo y transgenérico.

Y me sorprende lo bien que se trabaja con un tipazo como Gustavo Gómez y el equipo de Acento Comunicación que produce Granada Noir. Nuestras reuniones de trabajo siempre son un chute de creatividad, optimismo e ilusión.

GNR3 se acerca y esta edición cuenta nada más y nada menos que con Petros Márkaris, estarás… dinos ¿cómo estás? porque nosotros estamos eufóricos

Contar con Márkaris es un sueño hecho realidad, gracias a la colaboración institucional. Tenemos que agradecer a Fundación Tres Culturas y a Granada Ciudad de Literatura UNESCO su compromiso con Granada Noir. Y, como detrás de las instituciones hay personas, quiero agradecer especialmente a Olga Cuadrado y Jesús Ortega el esfuerzo que han hecho para que uno de los maestros del Noir contemporáneo venga a Granada.

Cuéntanos por qué se respira ese ambiente tan especial, amigable y campechano siempre que os juntáis unos cuantos chicos y chicas Noir.

El Noir ha sido un género habitualmente considerado menor. Un subgénero. Han sido muchos años viviendo en el submundo de la literatura, disfrutando en la intimidad de nuestras perversiones lectoras. La relación entre autores y lectores siempre ha sido muy estrecha. Y, ahora que el género pasa por un momento brillante y de reconocimiento público, esa conectividad sigue existiendo, afortunadamente.

Trabajas como Director de Comunicación del Banco Mare Nostrum en Andalucía, escribes una columna diaria en el periódico Ideal,  impartes conferencias, presentas y organizas todo tipo de actos culturales, intervienes en festivales Noir, y durante el año preparas el Festival Granada Noir, y otras muchas actividades que me dejo en el tintero. Dinos, ¿Cómo haces para estirar el tiempo?

Organizarme bien y dormir poco.

Pero, sobre todo, esto de ahora es el fruto de muchos años de aprendizaje. Miles de horas de lectura solitaria o pasadas en la oscuridad de la salas de cine, fructifican ahora. De ahí que canalice esa inversión de tiempo, esfuerzo y dinero en mis artículos, presentaciones o en la organización de Granada Noir.

La confianza y la libertad que siempre me ha dado IDEAL, con mis queridos Esteban de las Heras, José Guerrero y Eduardo Peralta a la cabeza, me hicieron creer que las miles de horas dedicadas a emborronar cuartillas tenían sentido, me hicieron confiar en que tenía cosas que contar. Y que sabía contarlas de forma atractiva e interesante para los lectores.

Años y años de aprendizaje en lugares como Semana Negra, que me convirtieron en parte de lo que soy. Maestros como Paco Ignacio Taibo II o mi querido y añorado Justo Vasco me animaron a crecer como crítico, lector, presentador, jurado, organizador y dinamizador y agitador cultural.

Mi trabajo en CAJAGRANADA, el impulso y el respaldo que siempre me han dado compañeros y jefes que han sido, sobre todo, amigos. Personas como Diego Oliva, Antonio Claret o Antonio Jara, que no solo me han dado toda su confianza, sino que me han animado y dado rienda suelta a emprender mil y un proyectos.

Coger una mochila e ir Pateando el mundo, cómo es esa experiencia.

Yo se la recomiendo a todo el mundo. No hay que irse lejos. Patear el mundo es una actitud. Dos días en las Alpujarras o en la Zona Norte de Granada, viajando en ALSA y caminando por los senderos, de pueblo en pueblo, puede ser una aventura excitante y llena de descubrimientos y experiencias.

Cada poco tiempo, hay que hacerlo.

Cómo se forjó ese aventurero que llevas dentro.

En las novelas y en el cine. Como todas las cosas buenas de la vida. Llegó un momento en que, además de leer y ver las aventuras de otros, quería protagonizarlas yo mismo. Y ya se sabe que hasta el viaje más largo comienza con un primer paso. Así que… es cuestión de actitud.

Qué se siente al dar el salto y lanzarse en tirolina.

Yo tengo vértigo y un miedo horroroso a las alturas. Soy una persona con la cabeza en las nubes, pero los pies en el suelo. Y precisamente por eso, me gusta desafiar mis límites… de forma sencilla y segura. Como lanzándome en tirolina para pasar de España a Portugal, por encima de un río. La satisfacción de vivirlo y contarlo es mayor que el miedo así que… ¡a volar!

El lugar del mundo que más te ha impresionado visitar.

Malí. Fue mi primer viaje al África subsahariana, el que me conquistó y me enamoró por siempre jamás. La mezquita de Djenee, los canales de Mopti, la arena del desierto, navegar en pinaza por el Níger, la música siempre sonando… un viaje iniciático que me cambió la forma de ver y entender la vida, que me enseñó a mirar con más atención lo que pasa a nuestro alrededor.

Tomarte unas cervezas Alhambra y unas buenas tapas de morcilla con los colegas…  A qué dedicas el tiempo libre.

Procuro no perder el tempo. Es decir, me gusta no tener cosas que hacer por obligación, en mi tiempo libre, pero no dejar de hacer cosas. Actividades creativas y enriquecedoras. Desde correr con mi hermano y el resto de las Cabras Locas a compartir esas birras con los amigos, antes de un concierto y después de jugar al baloncesto.  No me gusta perder el tiempo… ni siquiera con la conversación blanca.

Y luego están mis desconexiones. Momentos de off radical en los que me encierro en mí mismo y me dedico a disfrutar del tiempo espontáneo: hacer lo que me da la gana, como me da la gana y conforme me da la gana, sin obligaciones ni compromisos.

Háblanos de las Cabras Locas.

Las Cabras Locas somos un grupo de amigos a los que nos gusta salir a correr por la montaña y compartir un deporte tan fascinante como el correr, trotar y caminar en espacios abiertos, disfrutando de la naturaleza y del aire libre en la mejor compañía posible. Una forma extraordinaria de fomentar el compañerismo, practicar deporte y descubrir nuevos horizontes.

Qué sensaciones te produce correr

Más allá del chute de endorfinas, me gusta correr porque me permite reconectar conmigo mismo y con mi yo interior -¡Toma ya, Murakam. Chúpate esa!

No me gusta llevar música y dispositivos móviles, para disfrutar de la sensación de libertad que produce estar a solas con la naturaleza y contigo mismo.

Además, correr es una fuente de creatividad. Un desatascador de ideas. Una actividad imprescindible que no valoras en su justa medida hasta que te lesionas y te quedas varado, sin poder salir.

Tu velocidad y comprensión lectora son impresionantes, ¿Eres un superdotado? Mira que yo tengo por ahí un test de esos.

Para nada. Es solo que me gusta y que procuro sacar tiempo, siempre, para leer.

Devorador de películas y de libros, qué nos da el cine que no lo haga un libro y viceversa.

Ambas disciplinas artísticas cuentan historias, pero lo hacen con lenguajes y estructuras muy diferentes. Para mí son narrativas complementarias e imprescindibles.

Cómo y cuándo te sentiste atrapado por el séptimo arte.

Desde que tengo uso de razón, creo que siempre he estado viendo películas, cine y series de televisión. Para mí es algo tan natural como espirar, comer, beber o dormir.

Cuando ves una buena película, aún te emociona…

Sí. Aunque uno va haciendo cayo, siempre hay películas que emocionan. Y no son, precisamente, esas películas que ponen la música, la cámara, la fotografía, etc. con el objetivo de que sueltes la lagrimita fácil.

Me emocionan las películas honestas que cuentan historias poderosas y muestran a lo que les ocurre a personajes creíbles, pero interesantes.

De dónde viene esa pasión por el western.

En una vida tan reglada –que no regalada- como la nuestra, el western es el anhelo por los espacios abiertos, por la vida salvaje, por la naturaleza virgen. Es una fascinación por un mundo que nunca volverá a ser. Un mundo que, en realidad, nunca fue. Pero que encontró en el cine esa maravillosa plasmación y generó un imaginario paisajístico, de héroes y villanos, de viaje, exploración, descubrimiento, conquista y desafío maravillosamente atractivo e imantador.

Dime un feo, un bueno y un malo de hoy.

Harry Dean Stanton, Clint Eastwood Kevin Spacy. Esos, hoy. Que mañana te diría otros tres.

Qué queda del western en el cine actual.

Queda el neowestern, con películas muy interesantes como Deuda de Honor o Bone Tomahawk. Y queda el arquetipo. Queda la nueva saga de la  Star Wars, que es Centauros del Desierto o El Dorado, pero con naves espaciales y espadas láser en vez de caballos y pistolas. Pero sin John Ford. Y quedan “Sicario” o “Comanchería”, la síntesis perfecta entre el western clásico y el Noir contemporáneo.

Qué tiene que tener para ti una cinta para considerarla una buena película.

Algo que contar y estar bien contado.

¿Coincides con Orson Welles -en su respuesta- cuando le dijeron que citara a sus tres directores de cine favoritos?

Jajajaja. Sí. Sí. Sí. Aunque yo soy también muy hawksiano

El mejor western desde tu punto de vista.

Por su componente vital, personal y afectivo; “Centauros del desierto”.

Un clásico de cine negro que no debemos perdernos.

“El sueño eterno”, que lo tiene todo y es la quintaesencia del género.

El mejor plano de la historia del western.

El final de “Centauros del desierto”, cuando John Wayne le da la espalda a lo que ocurre dentro de la casa y pone rumbo al infinito mientras la puerta de la civilización de cierra para él. Es un contraste tan hermoso con el plano que abre la película, con el viajero que surge entre el horizonte y, cubierto de polvo, regresa a casa… Ahí está, entera, la historia de la humanidad.

¿Y del cine?

Ese mismo. Para mí no hay otro plano con tanta fuerza. Pero por cambiar, me quedo con la elipsis de 2001, cuando el simio que ha descubierto el poder homicida de un hueso lo arroja al aire y se convierte en una nave espacial que flota en el aire. De nuevo, la historia de la humanidad en un plano.

Eres un figura, eso está claro Pero ¿Cuál crees que es tu mejor plano? No se si cabrás en el figura…

Sentado. Mi mejor plano es sentado en una banqueta, junto a la barra de un bar, tomando una cerveza y charlando con los amigos.

Si pudieras vivir tres escenas de películas de cine, como protagonista, ¿cuáles vivirías?

Me encantaría pasar un verano con los protagonistas de “Hatari!”, en África, cazando animales vivos.

Me hubiera gustado que Rick me contara sus planes, en “Casablanca”.

Y me hubiera gustado ser compinche de Germán Areta, en “El crack” de Garci.

¡Y, por supuesto, haber sido vecino del pueblo de “Amanece que no es poco”!

Aquello que siempre quisiste decir pero nunca te atreviste.

Siempre nos quedará París…

Qué ha sido del cine negro.

El cine negro está más vivo que nunca. Ha cambiado la estética, pero la esencia sigue incólume. Se hace excelente cine negro en USA, en Europa y en Oriente. ¡Oriente me mata!

Alguna asignatura pendiente.

Escribir historias de ficción de corte negro y criminal, ese género que tanto me gusta como crítico, lector y espectadores, pero que se me escapa y me resulta esquivo, desde el punto de vista de la creación.

Cómo nace tu pasión por el género negro.

Viendo los ciclos clásicos que Televisión Española dedicaba al cine negro norteamericano, de niño, cuando solo había dos canales, pero infinitamente más calidad en la televisión pública. ¡Y en abierto!

Aparte de noir, lees…

De todo, pero me gusta mucho el género de viajes que se escribe en el siglo XXI.

Tu lugar más cómodo para leer y con qué ropa.

Sentado, tumbado y en camiseta. Soy muy camisetero. Y en la playa, en la orilla del mar.

Un libro que marcase tu infancia/adolescencia y por qué.

La isla de coral, Robert Michael Ballantyne. Quizá porque uno de mis anhelos secretos siempre ha sido el de sobrevivir a un naufragio y que la vida me dé la oportunidad de volver a empezar. Desde entonces, estoy en ello.

¿Qué autor o autores de novela negra te han marcado?

Dashiell Hammett, James Ellroy y Paco Ignacio Taibo II son mis referentes. Cada uno en su momento, en su estilo y en su contexto.

Qué ingredientes ha de tener una buena novela negra para ti.

Que esté bien escrita, que sea un fiel e interesante reflejo de la sociedad en la que transcurre la historia y que los personajes me resulten creíbles, atractivos e interesantes. Luego, la trama, si eso ya tal…

Te parece significativo que solo haya una comisaria de Festivales negros en España ¿A qué crees que es debido?

Pues no lo sé, sinceramente. Conozco a muchas mujeres, buenas escritoras y buenas lectoras, que serían excelentes comisarias de cualquier Festival. Ojalá sean cada vez más.

Decía tu gran amigo, y nuestro admirado Juan Ramón Biedma cuando lo entrevistamos: “En mayor o menor medida –y a pesar del esfuerzo y la mano izquierda de los organizadores, los programas siempre son rehenes de las instituciones y también de los patrocinadores. Por eso la meta debe ser la autofinanciación a través del pago de entradas de los asistentes.”

¿Qué opinas al respecto?

A Granada Noir siempre han venido los autores que los directores hemos querido (y que han querido/podido venir) sin que instituciones o patrocinadores nos hayan impuesto ni siquiera sugerido nada. Lo que dice Biedma sería un ideal de futuro, pero con los niveles de lectura de este país, pensar que un festival literario se pueda financiar con la venta de entradas del público es utópico. Antes debemos crear una comunidad lectora muy potente y los festivales literarios de acceso libre y gratuito son un inmejorable caldo de cultivo para ello.

El mundo noir ¿Es un mundo mayoritariamente de hombres?

Históricamente, es posible. Actualmente, hay tantas y tan buenas lectoras y escritoras de género negro como lectores y escritores. De hecho, son más las lectoras que los lectores. Cuando hemos convocado a los Clubes de Lectura de Granada para hablar de Granada Noir 3, el 99% de las personas que acudieron a la convocatoria fueron mujeres. Y ellas son las que conforman el núcleo duro y mayoritario de la población lectora de este país.

Qué ha aportado y aporta la mujer al género negro.

Pues depende de cada autora, de su mirada y de su concepción del género. A mí me fascina la mirada de autoras como Empar Fernández, Berna González Harbour o Clara Peñalver, como me fascina la de autores como el propio Biedma, por ejemplo.

Se publican 45 novelas al día, hoy cualquiera se hace llamar escritor, ¿estamos prostituyendo el oficio?

Es imposible leerlo todo. A mí me llegan decenas de sugerencias de lecturas por mes y es literal y materialmente imposible llegar siquiera a una parte. La sobredimensión del mercado hace que cada vez sea más difícil estar al día y actualizados y eso no sé a quién beneficia, pero yo procuro no agobiarme y hacerle caso a mi instinto. Seguro que me pierdo cosas interesantes, pero no sufro por ello. Eso sí, apenas leo autoedición. Y digo “apenas” por curarme en salud…

La mejor novela negra que has leído y por qué.

“Cosecha roja” de Hammett. Porque es la piedra angular sobre la que se edifica el tipo de novela negra que me gusta, con su estilo austero, seco y despojado.

Una película que hay que ir a ver y por qué.

“Comanchería”. Es la mejor fusión posible del Noir y el western. Una película magistral que adapta al siglo XXI en canon de dos géneros imprescindibles.

Una serie de TV imprescindible ahora mismo.

Line of duty y Happy Valley, inglesas. Y “Better call Saul”, que es un sensacional spin off de “Breaking bad”, llevando la historia original más allá de lo que jamás pensé que podía ir.

Recomiéndanos tu último libro.

Mis libros son de cine. Animo a leerlos a la vez que se ven las películas de las que hablo. Ahora que llega el verano, “Cineasta Blanco, Corazón Negro”, publicado por la editorial Almed, es una excelente opción para conocer el continente africano a través de la literatura y el cine. Y luego quedamos en un bar y charlamos, tomándonos una Alhambra Especial helada y una tapa de morcilla picante. O lo que sea…

Tus próximos proyectos…

Insisto en el maridaje cine y viajes. Tengo terminado un libro en el que hablo de los ríos como metáfora de la vida. Recuerdo secuencias de películas que los tienen como protagonistas y hablo de mis propios viajes a algunos de dichos cauces fluviales. De hecho, llevo tres años viajando a diferentes ríos del mundo para poder escribir de ellos. El último, al mismísimo Coto de Doñana, un paraíso tan cercano…  Espero que Almed la saque pronto.

© Pilar Garcia, 2017.
© Solo Novela Negra. 2017. Todos los derechos reservados.

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