CIUDAD DE CENIZAS de Kike Corella por Elena Rodríguez

Reseña de Ciudad de cenizas de Kike Corella por Elena Rodríguez Herrero

 

Kike Corella nació en el barrio del Poblenou (Barcelona) en 1983. Se licenció en Humanidades y en Administración y Dirección de Empresas y más tarde cursó un Postgrado en Marketing Estratégico. Compagina la escritura con largas horas de flaneo por la ciudad y es, además, profesor en la Universitat Politécnica de Catalunya. Desde el año 2007 escribe artículos culturales y de viajes en publicaciones como La Clave, Time Out, Traveler o Guía Repsol. Ciudad de cenizas es su primera novela publicada y también el primero de los casos del sereno Hernández y el inspector Pavía.

Sinopsis de Ciudad de cenizas:

«En la Barcelona de 1909, Enrique Hernández, un joven sereno, se topa con un extraño olor a quemado mientras patrulla las calles del barrio de La Seca. Al entrar al domicilio, la policía encuentra una montaña de ceniza sobre unos zapatos de mujer delante de un sillón. El resto del mobiliario está intacto y tanto la puerta como las ventanas estaban cerradas por dentro. ¿Cómo pudo ocurrir tal tragedia?

Eloy Pavía, reputado inspector del nuevo cuerpo de vigilancia y antiguo comisionado en Scotland Yard, se hace cargo del caso. La aguda perspicacia y el estilo poco convencional de Pavía harán un tándem excelente con la juventud y enorme pasión de Hernández, que desde el primer momento se verá envuelto en esta investigación. Juntos se embarcarán en una búsqueda incansable de pistas, adentrándose en las sombras de una ciudad obrera y agitada por la Semana Trágica.»

 

Nuestra historia comienza conociendo a Enrique Hernández, un joven de 25 años, afincado en Barcelona desde hace dos años, y que trabaja como sereno desde hace poco (lleva casi un año haciendo suplencias y por fin ha conseguido un puesto más o menos estable). Este trabajo, pese a la nocturnidad, le gusta, y no quiere pensar que en dos días tendrá que embarcar rumbo a Marruecos para participar en una guerra de la que no sabrá si volverá algún día.

Pero como digo, Enrique no quiere pensar en qué ocurrirá en un futuro próximo, con lo que se encuentra haciendo su ronda en la madrugada del 23 al 24 de julio de 1909 cuando un olor a quemado le llama la atención al pasar por la calle Flassaders. No percibe ni humo, ni llamas, pero ese olor parece ir aumentando al pasar de las horas.

Pero no es hasta que la portera de uno de los edificios sale en su busca, que se da cuenta que algo extraño ocurre.

Tras llamar de forma insistente a la puerta de la izquierda del primer piso (desde el cual creen sale ese olor a «chamuscado»), y no recibir respuesta, Enrique sale en busca de los agentes de policía.

De vuelta al edificio y acompañado de varios agentes, el juez de instrucción y el inspector Eloy Pavía, fuerzan la puerta y encuentran en su interior una imagen que no se borrará de la mente del joven sereno en lo que queda de vida: Un sillón quemado, una montaña de cenizas y un par de zapatos de mujer con los pies aún dentro. La habitación tenía las ventanas cerradas y la puerta también cerrada por dentro.

¿Alguien dijo «combustión espontánea»?, pues sí, por increíble que parezca, y no será la última vez que se tengan que encarar con esa hipótesis.

Pavía y Hernández pronto formarán una pareja muy bien compenetrada, y junto con el agente Narváez, comenzarán a investigar un caso que resultará ser tan complejo como inquietante, y cuyas ramificaciones llegarán desde lo mas alto hasta lo más bajo de esa sociedad convulsa de principios de siglo.

Lo primero a destacar de esta historia son los grandes personajes que nos retrata.

Por un lado tenemos a Enrique Hernández, el joven sereno de futuro incierto y pasado más misterioso aún. Su vitalidad, su arrojo y su perspicacia le harán un ayudante perfecto para el veterano Pavía, un inspector de policía muy bien considerado por algunos de sus casos resueltos en el pasado, y sobre todo por haber trabajado en Scotland Yard durante un año como comisionado de la Policía Gubernativa de España. Y no lo vais a creer: había vivido en Baker Street.

Pavía es un inspector que utiliza modernos métodos de investigación y deducción, con una gran sagacidad e inteligencia, aunque su vida privada es cuanto menos traumática en su pasado.

Además de nuestros dos protagonistas, tendremos a varios personajes secundarios, muy bien perfilados como el antes nombrado agente Narváez o la delicada y encantadora Dolors.

La novela está narrada desde la voz de Enrique Hernández y esto le da un toque muy personal a la visión de los hechos y a como vamos descubriendo las pistas y desentrañando los misterios a la vez que él.

Nos encontramos en un contexto histórico muy turbulento que tendrá influencia en nuestra historia y que nos hará partícipes de una parte de aquellos días convulsos que azotaron a Barcelona.

Es un libro muy adictivo porque tiene una narración muy fluida y dinámica, aunque por poner un pero, diría que bastante detallada con el nombre de las calles de la ciudad y los recorridos que hacen los protagonistas. Esto no es malo en sí, pero para alguien como yo que tristemente no conoce Barcelona, me perdía un poco; bueno, más que perderme pasaban ante mi nombres de plazas, calles y edificios que no me sonaban de nada, lo que se me hacía un poco más tedioso. Pero bueno, esto es muy subjetivo, ya que a otros lectores no dudo que les encantará pasear por esas calles conocidas y algunas ya desaparecidas.

Me ha parecido una historia muy original, con una gran ambientación y con un final muy redondo y satisfactorio, que creo que hará las delicias no solo de los lectores de novela negra y policíaca, si no también de los que nos gustan los misterios y las novelas de detectives (como las del nombrado en la novela, Sherlock Holmes). En resumen, me ha gustado mucho (espero ya pronto el próximo en la serie).

Estamos ante un «quién lo hizo», un misterio a puerta cerrada donde también nos tendremos que responder a las preguntas de «cómo» y «por qué».

Ya no os quiero contar nada más de esta novela (aunque podría), porque no quiero destaparos ningún secreto importante de la trama, ya que lo mejor es ir descubriendo poco a poco lo que nos tiene reservado este libro dentro de sus páginas.

Para terminar os dejo con una de las primeras e impactantes frases de nuestro narrador y sereno favorito de todo Barcelona:«… era la primera vez que veía un muerto en aquellas circunstancias y, a decir verdad, jamás volví a ver otro igual. Era joven y no estaba preparado para ello. Me sobrecogió.»

Y hasta aquí la reseña de Ciudad de cenizas. Dejadme en comentarios que os ha parecido, y si os llama la atención. Si ya la habéis leído, decidme vuestras impresiones y opiniones.

Sin más me despido con un saludo hasta la próxima reseña.

 

©Reseña: Elena Rodríguez, 2024.

 

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