Alcohol de 99º – Reseña
ALCOHOL DE 99º
Reseña Literaria a cuatro manos. MARISA ARIAS y ALMUDENA NATALIAS
En esta reseña quiero incidir en algo que hasta ahora creo ha pasado desapercibido. En dos impulsos escondidos: el sexo y la venganza.
Descubrirse gay en España al inicio de la adolescencia, a principios de los años 80 y en una pequeña ciudad como Bilbao, tuvo que resultar infernal. Para un chaval de catorce años que ha perdido a su madre por una sobredosis de heroína, que ha pasado años en el reformatorio y viene de sufrir a una tía medio lunática, saberse homosexual no colabora precisamente a su integración. En su relación con sus amigos Asís y Fredi, Artur nunca está suelto, siempre debe ocultarse en la mentira o dar rienda suelta a su cinismo. La vida la observa desde un irritante desinterés tan solo roto por su instinto de supervivencia. Ocasionales latigazos favorecidos por la droga y el alcohol lo motivan para seguir adelante.
Artur encuentra en su celda carcelaria la comprensión y el cariño de su compañero, el Piro, atracador de bancos, con quien descubre, sin cortapisas, su sexualidad. La inoportuna puesta en libertad de Piro acarrea la indefensión de Artur y que caiga en las insaciables garras de Pilón.
El autor presentaba la homosexualidad del protagonista de forma matizada. Pero todo revienta con la salvaje violación en las duchas. Sometido por su violador, el terrorista Pilón, que hace honor a su apodo, al dejar la cárcel Artur se ha transformado en un adulto inutilizado para el amor.
En conversaciones con López Marañón, él nos ha hablado de la influencia que sobre Alcohol de 99º ha tenido Prótesis, de Andreu Martín. En esta novela de 1980 su protagonista, el Dientes,planea su venganza sobre el ex policía que le destrozó a culatazos la dentadura. Es venganza de tintes obsesivos cocinada a fuego lento en años de presidio, que en su metódica preparación roza la locura, pero en la que no existe móvil sexual. Venganza pura de una víctima hacia su torturador, es la que nos sirve Andreu.
Ya en la calle, y olvidado su compañero de celda Piro, por quien sólo siente un desapasionado afecto, el recuerdo del violador socava el carácter de Artur. Su personalidad varonilmente activa fue transformada sin miramientos por la brutal sumisión que conlleva cualquier violación, y más si es continuada. Pero a diferencia del machacado Dientes, el Artur sodomizado de Alcohol de 99º arrastra su trauma sin ser demasiado consciente. Con Asís y Fredi se esfuerza en ocultar sus inclinaciones, algo que en esa época era normal sin necesidad de haber sido forzado. En soledad Artur se desmelena. En Barcelona va con un travesti antes de reencontrarse con Piro en un bar. Los lectores bendecimos que quede en manos de Artur normalizar su vida con el único hombre que le ha demostrado amor.
Cinco años no pasan en balde y, por mucho que se esfuerce, Artur dejó de desearlo. El Piro, sin embargo, lo ama con mayor pasión si cabe que en aquella celda de la prisión santanderina. López Marañón exhibe aquí sus mejores dotes. La «trama oculta» que toda gran novela atesora, y esta lo es, la que cada lector, con su abono mental, descifra, aparece en estos desengañados capítulos. Sin caer en subrayados, dejando interpretar libremente las desventuras de Artur y Piro, el autor prepara el camino para el Gran Reencuentro: el de Artur y Pilón, el momento más eléctrico del libro.
Este giro recuerda otro reencuentro mítico: el de Pip y el criminal Abel Magwitch en Grandes esperanzas, la obra maestra de Dickens. Puede que Manu lo tuviera en la cabeza, pero es cierto que, a partir de este cruce (página 417 de Alcohol de 99º), su novela entra en una espiral de apasionada venganza, que la emparenta con los insuperables logros de Prótesis.
Y todo por la rudeza y la insolencia con que Pilón recibe a Artur en su casa.
Una sonrisa, un gesto de compadreo taleguero hubieran bastado… pero en presencia de Pilón, años después, Artur se ha sentido nuevamente violado. Y decide cargárselo con igual determinación que la jurada por Dientes hacia su torturador, Salvador Gallego.
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: EDICIONES OBLICUAS
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 9788416118793
JOSE MANUEL LÓPEZ MAÑAÑON
¿Por qué situar la historia en los años 80 y por qué en Bilbao?
En Bilbao, porque soy de aquí y quería escribir sobre mi ciudad. Los años 80 y la delincuencia juvenil han sido bien reflejados en el cine, pero poco en la literatura. Para tratar de paliar esta carencia nace Alcohol de 99º.
¿Qué tres etiquetas pondrías a la personalidad del personaje protagonista, Artur?
Es un chaval que no deja de recibir palos desde que nace. Eso le agría el carácter. Resentido, homosexual vergonzante y valiente serían esas etiquetas.
Artur-Piro–Pilón. Este triángulo homosexual sustenta el peso de la novela. ¿Por qué lo elegiste?
No lo elegí yo, Marisa. A él me lleva la propia narración. A Artur lo violan y su personaje da un vuelco. Luego está la pasión que Piro desarrolla hacia él, y, por fin, el reencuentro de Artur con su violador: Pilón. No estaba pensado; salió así. Es, como defines en tu reseña, la «trama oculta», una trama sutil pero que vertebra la novela.
Para los que no somos de la zona, ¿por qué identificar la portada del libro con el género de la pintura y con esa imagen en particular?
El libro se desarrolla entre Bilbao y Barcelona. Novelas con portada de la capital catalana las hay a miles. No pasa lo mismo con Bilbao y Alcohol de 99º pedía un motivo bilbaíno en su tapa. El autor del cuadro, Jorge Urizar, es, para mí, el mejor pintor vasco. En una de sus exposiciones en la galería Rembrandt vi su cuadro y me dije: «si algún día publico, esta será la portada»… A veces se atienden nuestras plegarias… La fuente pertenece al parque de doña Casilda. Todos los bilbaínos hemos bebido en ella. Artur, en el único día feliz de su arrastrada vida, la descubre y bebe. El parque, su fuente, se convierten así en símbolos de la libertad (aunque sea efímera).
La música de la época se ve reflejada por un grupo mundialmente conocido… En el caso de que tu novela se lleve al cine, ¿pondrías su música de fondo?
Sobre el capítulo 1 sobrevuela, por motivos evidentes, la música de los Beatles y John Lennon. En una adaptación no creo que pudieran usarse sus temas porque resulta carísimo. Para los demás capítulos sonarían canciones de grupos españoles de los 80: tanto Ilegales como Burning son iconos musicales, pero cederían sus derechos sin tanta arrogancia…
¿Afirmarías que la venganza y/o el negativismo han sido pilares de la novela?
Es cierto que a mis personajes nada les sale bien. Pero la idea de que la vida puede convertirse en un infierno tiene que extraerla cada lector. El negativismo sería la conclusión final, no un pilar. Y los deseos de venganza, como bien resaltas en la reseña que precede a esta entrevista, tardan demasiado en dominar a Artur (página 417) como para considerarlos un pilar. Me quedo con el triángulo Artur-Piro-Pilón, y todo lo que éste genera, como tronco principal.
En la novela hay dos registros: el de sus dos primeras partes con un lenguaje más descriptivo y accesible, y, a partir de la tercera parte, el de las voces de los personajes, donde el lector se adentra más en sus formas de pensar. ¿Estás de acuerdo?
Has dado en el clavo. Hay una evolución estilística. Para la infancia y adolescencia de mis personajes elijo un lenguaje claro acompañado por diálogos rápidos. Creo que es lo que define a los jóvenes de entonces y de cualquier época. Al crecer mis protagonistas y entrar en contacto con gente del hampa mayores que ellos, Alcohol de 99º se ramifica y las psicologías se complican de acuerdo con el carácter –a veces complejo– de cada cual. El libro entonces requiere mayor atención por parte de sus lectores.
¿Crees que tus personajes, a sabiendas de que siempre estamos escapando de algo, tendrían posibilidades en la sociedad actual?
Gente con mala suerte y que, haga lo que haga, va a estrellarse no es algo propio de una época. Personas así las habrá siempre. Yo conozco casos y al final los rehúyes por temor al contagio. Asís, Artur, Piro, Dora… en nuestros días también estarían destinados a ser carne de cañón. Por otro lado, Fredi y Luli, supervivientes natos, asomarían la cabeza en 2017. No sé, gerenciarían un burdel o estarían metidos en el mundo de la droga.
La homosexualidad callejera queda bien plasmada. ¿Qué otro asunto destacarías como bien tratado?
El mundo de las timbas –el «burle»–, tal y como era en Barcelona antes del Decreto que acabó con él. Ese suntuoso casino-restaurante en plena Rambla, la Terraza Gourmet, dirigida por el Flaco y que es donde trabaja Luli, representa el canto del cisne de una época condenada a su desaparición. En este caso, la Terraza Gourmet, tan aristocrática, ni existe ni ha existido: tuve que levantarla enteramente desde mi imaginación, con el engorro consiguiente.
Por último, ¿qué mensaje dejas para esta generación de jóvenes del presente, que pueden verse atrapados en una montaña rusa como la de tus protagonistas?
Ni la novela ni su autor somos partidarios de moralinas. Que cada cual extraiga sus propias consecuencias. Para mí, el lector ideal de Alcohol de 99º es el que dice que se lo ha pasado bomba. Tengo algunos que hasta han llorado de risa. Genial. Como único mensaje que daría a la juventud, así, en general y sin necesidad de que hayan comprado mi libro, es que lean todo lo que puedan. Aparte de ser el mayor placer de este mundo, leer les ayudará a tener un criterio propio, que es la mejor forma –yo diría la única– de luchar contra este mundo de energúmenos que les ha tocado sufrir.
Texto © Marisa Arias- Almudena Natalias – Todos los derechos reservados
Publicación © Solo Novela Negra – Todos los derechos reservados
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En esta nueva etapa de la mejor reseña que, hasta la fecha, he leído de mi novela «Alcohol de 99º», quiero volver a agradecer a sus autoras, Marisa Arias y Almudena Natalías, la profesionalidad y el acierto con que trataron el libro. Es muy difícil que tras 5 meses la reseña vuelva a superar las 1000 visitas, pero cosas más difíciles se han visto en este caprichoso mundo de la literatura. También desear a SOLO NOVELA NEGRA, y a su director, Miguel Ángel Contreras, muchos éxitos bajo el cobijo de Punica Granatum. Manu López Marañón.
Gracias Manu en lo que me toca. Fue un placer leerte y guardo un especial recuerdo de su lectura. Aún fresca en mi memoria podría seguir hablando de ella. Con ganas espero que dichas visitas aumenten. Por supuesto gracias a los amigos de SNN que ahora en su nueva etapa, también les deseo mucha suerte. Por el futuro! Abrazos!
Marisa