La excusa perfecta por Enrique de la Cruz

Una pregunta recurrente en las entrevistas a escritores de género negro es por qué escribimos ese tipo de novelas. Se nos pregunta qué nos gusta, qué nos apasiona o qué nos mueve a escribir bajo ese epígrafe. Normalmente la respuesta no es muy larga ni sesuda, no sólo en mi caso, sino en el de la mayoría de las entrevistas que he escuchado o leído. Suelen ser respuestas del tipo «es lo que más me gusta» o «es el género que más conozco». No esperen una respuesta excelente ni definitiva en esta reflexión que me dispongo a hacer. Simplemente daré mis razones, un poco más meditadas de lo normal, eso sí.

Todo escritor fue primero lector, de eso no hay duda, de lo que se puede deducir que uno escribe lo que le gusta leer. Se siente más cómodo, creo yo, porque es capaz de analizar lo que está haciendo en base a la comparación con lo que ha leído. Es un primer paso que yo creo que es lógico y que yo mismo di. Pero luego, después de ese proceso inerciático, me preguntaba por qué el género negro, por qué me gustaba tanto ese género. Y, tras pensar un poco —confieso que nunca he sido muy inteligente—, he llegado a la conclusión de que el género negro es la excusa perfecta.

Esa es la verdad, el noir es el género perfecto para esparcir tus pensamientos más profundos sobre los temas universales. Es ideal porque puedes, subrepticiamente acaso, sembrar el campo con tus ideas sin que se note mucho que estás deseando sacar las mierdas que hay en tu cabeza —todos queremos ser escuchados, al fin y al cabo— sobre la codicia, el Amor, la envidia o la culpa y el remordimiento.

Te paras frente al lector y le enseñas un crimen, sirve un asesinato o un atraco, y le dices «mira lo que ha pasado» y lo llevas de la mano a través de los pormenores de la historia. Le muestras un poco de vísceras y otro poco de procedimiento policial; pero tú lo que quieres, soterradamente, para que no se te vea el plumero, es mostrarle lo que significa para ti la lealtad y la traición; lo perversa que es la estructura de la sociedad o lo que somos capaces de hacer por Amor. Uno lo que quiere es ser Shakespeare, o Chirbes, y calar un poco. Uno sólo quiere ser escuchado.

Cuando te preguntan, te pones la careta de escritor humilde y dices que sólo quieres entretener, que tu obra no es pretenciosa. Una mentira más, ¿qué más da? Para eso está el género negro, mi excusa perfecta, para ayudarnos a sacar lo que llevamos dentro.

¿Acaso no es eso la Literatura?, cabría preguntarse. ¿Acaso no tratan de eso todos los géneros? No lo sé, quizás sí; pero estoy seguro de que no hay nada más estimulante para el intelecto que un buen crimen en las primeras páginas. A partir de ahí, se abre la mente y todo fluye mejor. De eso estoy seguro.

 

©Artículo: Enrique de la Cruz, 2021.

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