Concurso Homenaje a los clásicos, La partida por Juan de Dios Jiménez
Extracto del relato presentado por Juan de Dios Jiménez para el Concurso Homenaje a los clásicos
La partida
Fueron llegando con puntualidad. A las once y media de la mañana ya estaban sentadas alrededor de la mesa con las cartas, una botella de agua mineral y cuatro vasos. Así se había acordado, nada de alcohol ni galletitas. La partida duraría una hora exactamente o hasta que una de ellas dijera basta.
Ana, son nombres figurados, era la más joven. Vestía pantalón vaquero gris y una camiseta negra de algodón. Beatriz, la mayor, iba elegantemente vestida, como si hubiera llegado de una boda: falda pantalón amarillo, de seda, con estampados blancos y camisa a juego. Sobre la mesa dejó un sombrero negro de ala estrecha con un delicado ramillete de florecillas amarillas de tela.
Carmen llevaba una falda corta azul de un tejido industrial y una camisa blanca anodina. Podría ser un uniforme de alguna entidad bancaria. Dori, la más vulgar, vestía un chándal oscuro, casi negro.
El piso donde se celebraba la partida era alquilado. Una vivienda turística en el centro de la ciudad, nadie podría encontrarlas sin que ellas lo quisieran.
Ana comenzó a barajar entre el silencio de las demás, relajada y animosa; cualquiera podría decir que estaba allí voluntariamente. Según iban cayendo las cartas en la mesa las jugadoras las cogían y apretaban formando pequeños fajos. Ninguna quería verlas de una en una, lo que hubiera de suceder preferían afrontarlo de una vez.
—Beatriz, tú abres -dijo Ana tras repartir la última carta.
(Continuará)
©Concurso Homenaje a los Clásicos: Juan de Dios Jiménez para Solo Novela Negra, 2021.
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