Y sin hablar de nada, hablo de todo por Ana Arroyo
Si me pararan ahora mismo por la calle y me hicieran esa pregunta tan poco original: ¿qué harías si te tocara la lotería? Primeramente, os diré que obviamente tendría para ello que comprar, cosa que no hago habitualmente excepto el décimo obligado en Navidad y además porque es el de la empresa (que le toque a tus compañeros y a ti no, es un poco “complicado”) y segundo os diré que mi sueño sería poder dedicar un año o dos a recorrerme todo el mundo asistiendo a todos los festivales dedicados a la novela negra allende los mares. Ya veis, a lo mejor soy poco original o mucho, pero ese es mi sueño…
Como no me ha tocado la lotería, intento transmitiros como ya sabéis a través de Solo Novela Negra todos los eventos relacionados con el género.
Aquí tenemos afortunadamente para los seguidores muchas “Semanas Negras”, pero la importancia y el auge de la novela negra estos últimos años es tal, que no sólo ocurre aquí, los certámenes y festivales dedicados a ello son de una gran importancia en el resto del mundo también y os aseguro que hay muchísimos y con una gran trascendencia a nivel cultural.
¿Qué tiene la novela negra para atraer tanto público? Ya os lo comenté en otro artículo publicado en esta imprescindible revista; por una parte, hay una “fascinación” hacia el crimen y por otra es la parte de denuncia social que nos trasladan los autores en sus novelas. Y esto es algo que cruza fronteras, que podemos leer en las novelas actuales de Petros Márkaris, de Arnaldur Indridason, o de Carlos Zanón, al que tuve el gran placer de escuchar en una presentación conjunta de libros junto a Toni Hill y el profesor Vicente Garrido en Dénia.
Este artículo no trata de nada en concreto como otros que comparto con vosotros. Este artículo es un alegato dirigido a la novela negra, a sus escritores y a sus lectores. Es un alegato a favor de un género que tiene mucho de decir, mucho que denunciar, mucho que difundir. Que la novela negra no es un hobby, es algo más, es ver el mundo de otra forma, entender la vida de otra manera, es entrar a veces en esa parte “oscura”, esa parte de la que no se habla, que está ahí en nuestro día a día, es lo que muchos callan y otros gritan, es la vía para que muchos despierten y sean conscientes de lo que pasa en la vida real, es la vía por la que si no entendemos, por lo menos nos hace plantearnos realidades y es el estilo de vida que llevamos muchos, porque somos muchos los que “vestimos” de negro.
Lo reconozco, y para los puristas, no es un alegato propiamente dicho lo que he hecho hoy, pero os prometo que voy a escribiros uno, desde el principio al fin, realmente intenso y dedicado a todos vosotros que se quedará para la posteridad de Solo Novela Negra. Y os va a recordar al monólogo final de Rutger Hauer en Blade Runner.
Ahí lo dejo…y os veo en breve.
©Artículo: Ana Arroyo, 2019.
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