SOY ROSE BLACK de Ana Ballabriga y David Zaplana por Antonio Parra
Título
Soy Rose Black
Datos publicación
Editorial Versátil. Barcelona 2019. 245 págs.
Autores
ANA BALLABRIGA Y DAVID ZAPLANA. Ana Ballabriga (1977, Candasnos, Huesca) y David Zaplana (1975, Cartagena, Región de Murcia) se conocieron en Valencia, cuando él estudiaba Ingeniería de Telecomunicaciones y ella Psicología. Pronto descubrieron que compartían el placer de la lectura y de la escritura y en esa época comenzaron a hilvanar su primera novela. Tras recibir algunos premios por sus relatos, en 2007 se editó Tras el sol de Cartagena, y en 2010 Morbo gótico. En 2016 ganaron el Premio Literario de Amazon con su novela Ningún escocés verdadero, y en 2018 publicaron La paradoja del bibliotecario ciego.
Con la saga de Rose Black se adentran en el misterio romántico.
Sinopsis de la obra
Rose Black tiene todo lo que cree que podría desear: un trabajo estable y bien remunerado como abogada en un bufete de Ibiza, un novio italiano estupendo que la adora, y tres amigas incondicionales y divertidas. Sin embargo, en la fiesta de su 40 cumpleaños, se da cuenta que, a pesar de todo, su vida parece haber tocado techo. Al día siguiente, una adinerada clienta que sospecha que su marido la engaña acude a su bufete. Rose, que había fantaseado con la idea de ser investigadora desde que, a los 20 años, su novio Álex desapareció misteriosamente, decide iniciar sus propias pesquisas, sin saber que el caso se va a poner mucho más peligroso de lo que podría parecer. Suerte que contará con la ayuda de un divertido murciano buscavidas, más acostumbrado que ella a los trapicheos y a la calle.
Entretanto, conocerá al nuevo policía encargado de la investigación de la desaparición de Alex: Marc Lobo. Un hombre que la incomoda y la atrae a partes iguales. Soy Rose Black es una historia de mujeres que sueñan y que buscan su lugar en el mundo. Un fabuloso cóctel de amor, sexo, misterio y comedia.
Reseña
El género ‘negromántico’
Unir misterio y romanticismo, o sexo, dejémonos de pamplinas ya desde el principio, se hace a menudo en muchas novelas del género negro, lo meritorio de ésta es que alcanza un equilibrio en los porcentajes digno de elogio. Dicho de otro modo, sabemos que hay un grupo de mujeres que con frecuencia llena el espacio novelesco, que una de ellas, para más disfrute de golosos hija de un tal Benjamin Black, descuella por encima de las demás haciéndose detective, y sabemos que hay un caso, aparentemente de adulterio, que va a dar mucho más juego del que cualquiera podría suponer.
Todo ello, mal gobernado, habría dado como resultado una novelita vulgar, sin mucho atractivo, muy de quiosco o suplemento veraniego por entregas, pero no es el caso, porque sus autores, Ana Ballabriga y David Zaplana, no son novatos en el género, ya saben lo que es practicarlo, y sufrirlo, y se han puesto manos a la obra para ir sirviendo todos esos elementos antes mencionados cuanto toca, como unos expertos chefs que saben lo que nos apetece en cada momento.
Así tenemos un entrante chispeante y fresco con el cambio de profesión de Rose, que cambia la toga por la vigilancia, un aperitivo lleno de picante con Toni, el ayudante/conductor/recadero murciano que ella contrata, la voluptuosidad de unas ostras o una espuma de mar cuando hay reunión de amigas, porque Ámbar, Giselle o Xesca son un valor incalculable en la novela, o el peso de una buena carne al horno cuando hay que ponerse a investigar muy en serio sobre la prostitución.
¿Hay postre? Se preguntará el lector, claro que sí, pero hay que ganárselo como un buen comensal, e incluso la copa de después, porque también la hay, en forma de un caso no resuelto que lleva martilleando la cabeza de Rose durante varios años. Así que agárrense, que tenemos nueva variante del género negro, y promete alegrías, porque está muy bien cocinada.
Reseña:©Antonio Parra, 2019.
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