Donde lloran los demonios- Reseña
Donde lloran los demonios es la última y trepidante aventura literaria del inspector Giralt. Una reseña de Antonio Parra
Título
Donde lloran los demonios.
Datos publicación
Editorial Dokusou. Murcia 2018. 448 págs.
Datos del autor
Pedro Martí Martínez (Albacete, 1988), estudió Magisterio en la UCLM especializándose en la enseñanza del inglés. Además de ejercer como maestro en Murcia, es el autor de la saga de novelas policíacas protagonizadas por el inspector Giralt. Es también colaborador habitual del magazine literario radiofónico El bancal de los artistas y co-presentador de Logros y Trofeos en Voz FM. En 2015 publicó La pieza invisible, obra que supuso no solo su debut literario, sino también el de su principal creación: el inspector César Giralt Plaça.
En 2017 publicó su relato Todo mío dentro de la antología Cartagena Negra junto a obras de otros tantos autores especializados en el género negro. Ese mismo año fue seleccionado por la Diputación de Albacete para protagonizar una serie de encuentros literarios en diferentes municipios de la provincia. Más tarde, ese mismo verano, participó como ponente y tertuliano en la IV edición de Cartagena Negra. En 2018 ha publicado Donde lloran los demonios, segunda novela protagonizada por el inspector Giralt.
Sinopsis de la obra
El inspector César Giralt disfruta de una felicidad que le había sido negada desde el cruel asesinato de su hermana a manos del Encerrador siete años atrás. Pero cuando la vida por fin le muestra su lado más amable, la sombra de sus peores miedos regresa a Barcelona de la mano del invierno más frío de los últimos años. El cadáver de una chica llega a la misma playa en la que apareció, en idénticas circunstancias, una de las víctimas del Encerrador.
¿Es posible que se trate de un imitador? ¿O acaso el asesino de Eva ha vuelto de entre los muertos? Ayudado por su equipo, el inspector Giralt emprenderá una última travesía por los recovecos de su pasado para descubrir qué tipo de persona es en realidad antes de afrontar un último baile con el mismísimo diablo.
Reseña
Arrasador
La pieza invisible nos puso ante los ojos a un policía denostado, amargo y con una capacidad de sufrimiento considerable, también iracundo y difícil de llevar, era César Giralt, con un equipaje de dolor digno del más sufrido de los detectives y a pesar de ello capaz de seguir adelante como un tigre herido de muerte, justo cuando sabe que ya no le queda otra alternativa que la de seguir atacando hasta el último aliento.
Pedro Martí sabía bien lo que hacía en aquella novela, con lo que no contábamos entonces era con la espera a la que nos iba a someter, como si fuéramos pequeños individuos en un formicario mientras él nos contemplaba ir de un lado a otro. Sé de buena tinta que no fue sadismo, ni mucho menos, sino la voluntad de la búsqueda constante de la perfección, que es algo que persigue este autor albaceteño afincado en Murcia, miembro de la nueva hornada de novela negra que fue bautizada como Generación 16. Donde lloran los demonios, por tanto, debía seguir su curso, como los lutos, hasta superar la ira y la negación y ser aceptada por su autor como algo listo para salir al mundo, por eso la satisfacción, suya y nuestra, ha sido sin duda mayor.
Esa paciencia la ha tenido también El Encerrador, el asesino metódico y serial que reaparece para asombro de Giralt, repitiendo crímenes y víctimas de manera enfermiza. Dejar morir de hambre a las jóvenes que secuestra no hace sino tintar todavía más de oscuro la trama, y hablando de negritud, son demoledoras esas páginas negras de la novela, precisamente porque están dedicadas al asesino y sus disquisiciones, sus recuerdos, entre los que buceamos los lectores tratando de hallar algún atisbo de una solución que para nosotros está aún muy lejos de llegar.
Y no sólo para nosotros, lo que ocurre es que César Giralt está hecho de otra pasta, y una vez más tendrá que demostrarlo, cuando su vida se ponga, de nuevo y todavía más, patas arriba, cuando los pocos asideros que le quedan estén a punto de ser cortados y él se vea otra vez enfrentado a la decisión más dura de toda su existencia.
Con un ritmo frenético, y unas sombras que se van cerniendo sobre cada página, Pedro Martí ha logrado alcanzar un estado al que sólo algunos grandes del noir americano han podido llevarnos, si recordamos por ejemplo los tormentos que Connolly inflige a Charlie Parker, pero Giralt es español, y Pedro Martí también, y hay que felicitarse porque aquí se haya escrito una novela como ésta.
Texto: © Antonio Parra Sanz, 2018.
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