«La literatura policial se ha expandido en la cultura de estos años»
GUILLERMO ANDERSON| Argentina
Osvaldo Aguirre (1964) estudió Letras en la Universidad Nacional de Rosario (Argentina). Publicó los libros de poemas Las vueltas del camino (1992), Al fuego (1994), Narraciones extraordinarias (1999), El General (2000), Ningún nombre (2005) y Lengua natal (2007); las novelas La deriva (1996), Estrella del Norte (1998) y Graffiti Ninja (en colaboración, 2007); los libros de cuentos La noche del gato de angora (2006) y Rocanrol (2006), premio Fondo Nacional de las Artes); las investigaciones periodísticas Historias de la mafia en la Argentina (2000), Enemigos públicos.
Los más buscados en la historia criminal argentina (Finalista del premio Rodolfo Walsh. Semana Negra de Gijón, 2003) y La pandilla salvaje. Butch Cassidy en la Patagonia (2004); los libros de crónicas Los pasos de la memoria (1996) y La Chicago argentina (2006). El año del dragón (relatos, 2011); El novato (novela, 2011) y Escuela de detectives (novela, 2013).
En uno de sus últimos libros hace un trabajo sobre Rodolfo Walsh a cuarenta años de la Carta Abierta a la Dictadura Militar de su asesinato y desaparición ¿Nos podría contar un poco sobre su legado en el periodismo y la literatura?
El legado de Walsh se renueva en cada circunstancia histórica. No es exactamente todo lo que escribió sino lo que determinados lectores o escritores retoman en cada momento de su obra, y lo que de su obra interpela al presente. A partir de su asesinato y desaparición, hubo textos que fueron muy leídos como la Carta a la junta militar, mientras otros quedaron relegados, como sus obras de teatro. En el presente de la Argentina, la palabra y la experiencia de Walsh vuelven a ser muy valiosas, por ejemplo para pensar formas alternativas de comunicación.
¿Cuáles son sus influencias literarias?
La primera, en la infancia, fue Emilio Salgari. Después, Borges y Walsh. En la literatura policial, Jim Thompson, Horace McCoy, Charles Williams, Leonardo Sciascia, Jorge Barquero, Carlos Sampayo.
¿Cómo ve a la escena del Género policial/Novela Negra en Rosario, (Argentina) y en Latinoamérica?
Creo que pasó un momento de auge, de ebullición y ahora nos preguntamos qué sigue. Por lo menos en Argentina, casi no quedan colecciones dedicadas al género -o las que quedan, publican esporádicamente- y solo permanece en pie un festival de literatura negra. Por otra parte, lo policial se ha expandido en la cultura de estos años, ya no se restringe al género, y eso me parece un dato estimulante.
¿Cuántos años lleva especializándose en temas policiales ¿Cuál fue el caso que más llamo su atención?
Entre 1993 y 2004 trabajé como cronista policial en el diario La Capital, de Rosario. Después de esa fecha continué haciendo investigaciones sobre todo de temas de historia criminal, hasta hoy. Muchos casos me llamaron superlativamene la atención en este tiempo. El primero que me impactó fue un asalto al policlínico Pami II, en Rosario, que llevó adelante lo que en la época (1993) se lllamaba una superbanda, es decir, un grupo de diez asaltantes provistos de armas de guerra. El pago de salarios todavía no estaba bancarizado y entonces los asaltantes cayeron el día de pago, una mañana, en un lugar muy transitado de la ciudad. Y poco después llegó la policía, que tenía infiltrada a la banda. Me impactó, primero, porque pude llegar cuando los hechos estaban ocurriendo -la policía impidió la fuga de los asaltantes y hubo dos tiroteos, con varios muertos- y, después, porque el dato de que el robo había sido cantado no se informó al público, todo pasó como si la policía se hubiera enterado por casualidad, porque vigilaba muy bien la ciudad, y con el tiempo, pensando mucho en el caso y luego de consultar el expediente, esa circunstancia se me hizo evidente. Otro elemento de interés para mí fue la participación en ese robo de dos asaltantes que, de acuerdo a cierta leyenda, tenían cierta ética, que pasaba ante todo por no asociarse con la policía.
¿Cómo fue su experiencia como organizador del Festival “La Chicago Argentina” ?
Muy buena. Y agotadora. Se dieron discusiones y encuentros interesantes. Tuve propuestas para hacer una segunda edición, pero en 2015 dejé Rosario y me radiqué en Buenos Aires, y ya me resultaba difícil pensar en la organización, el ‘sponsoreo’, los mil detalles de un evento semejante.
¿Qué sugiere para un periodista/escritor para la investigación periodística?
Ser desconfiado, no caer en ingenuidades respecto a la policía y a la justicia, estar al tanto de que quien pasa un dato tiene algún interés en la historia. Trabajar contra los consensos represivos y contra los lugares comunes. Y preocuparse por la escritura.
Texto © Guillermo Anderson. Todos los derechos reservados.
Publicación © Solo Novela Negra. Todos los derechos reservados.
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