El crimen perfecto
El crimen perfecto
por José María Espinar Mesa-Moles
Habían decidido matar al viejo. No quedaba otra opción. Su talento era vino reposado que ganaba aplausos con los años. Si las cosas continuaban así ellos no cabrían en la cama de la gloria. Dos sí pueden revolcarse de éxito sin tropezar, tres no. Además él era mayor y todos le llamaban gran maestro. El plan lo urdieron jugando con la reconocida superstición de aquel a quien se disponían a asesinar. Sobornaron al oráculo para que dijera exactamente lo que ellos querían. Entrenaron a un pájaro durante meses. No resultó fácil. Llegó el día. El viejo fue a Delfos y allí escuchó: “morirás aplastado por una casa”. Asustado se fue a vivir al campo. Daba largos paseos todas las mañanas. Una de ellas, la última, Sófocles y Eurípides lo aguardaban escondidos. Soltaron al quebrantahuesos. Con una tortuga entre sus garras voló alto. Silbaron y el ave obedeció disciplinada liberando su carga. La cabeza de Esquilo se abrió como una sandía.
Del Texto © Jose Maria Espina Mesa Moles – Todos los derechos reservados
De la publicación © Solo Novela Negra – Todos los derechos reservados
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